Se cumplen veinte años del hermanamiento entre Salas y Nogent-le-Roi: una relación que nació por carta y con el monasterio de Cornellana de telón de fondo

Doce horas de viaje por carretera separan ambos territorios que sellaron su relación el 10 de octubre de 2004

Una imagen promocional del hermanamiento.

Una imagen promocional del hermanamiento. / R. T. C.

A través de una carta y con el monasterio de San Salvador de Cornellana como telón de fondo. Fue el romántico inicio del idilio entre el concejo de Salas y el cantón francés de Nogent-le-Roi, que este año cumplen dos décadas de hermanamiento. Ambos territorios, separados por 1.214 kilómetros y casi doce horas de viaje por carretera, comparten paisaje rural y muchos años de historia.

Cuenta la salense Flor Menéndez, por aquel entonces concejala de Cultura del consistorio, que llevaban tiempo dando vueltas a la posibilidad de hermanarse con un municipio europeo. Habían pensado en Francia por la proximidad y la facilidad del idioma, pero no terminaban de encontrar el lugar idóneo. En esas estaban cuando llegó en Cornellana una delegación procedente de Nogent-le-Roi, en el valle del Loira, y que recaló en el concejo a través del Camino de Santiago.

Descubrimiento, en 2017, de la señal del hermanamiento a la entrada de la villa de Salas.

Descubrimiento, en 2017, de la señal del hermanamiento a la entrada de la villa de Salas. / R. T. C.

“Venían de excursión y como yo soy profesora de francés y era concejala de Cultura fui a conocerles. Traían una carta de presentación de su Alcalde y se nos ocurrió enviarle una carta de vuelta proponiéndole la posibilidad de un hermanamiento”, cuenta Menéndez. Ahí comenzó todo y se puso en marcha un proceso no exento de dificultad y trámites, que incluyó varios viajes cruzados y muchos documentos de por medio antes de sellarse. “Fue un hermanamiento absoluta y totalmente formal, ya que se cursó el papeleo ante la Unión Europea”, cuenta la exedil, que aún recuerda lo mucho que le gustó el cantón la primera vez que lo visitaron. "Alucinamos porque es una maravilla, la capital es una villa histórica preciosa a cuarenta minutos de París", apunta.

Uno de los viajes de los salenses a Nogent-le-Roi.

Uno de los viajes de los salenses a Nogent-le-Roi. / R. T. C.

Superados todos los trámites, el 10 de octubre de 2004 se firmó el hermanamiento. El juramento que lo acredita cuelga en el despacho de la Alcaldía y en él se exponen los compromisos como es el hecho de "fomentar los intercambios entre nuestros ciudadanos, de todas las edades y en todos los ámbitos; sociocultural, lingüístico, turístico...". También se comprometieron a apoyarse mutualmente, mantener lazos permanentes entre ambos territorios y a respetar sus diversidades, así como a "desarrollar una amistad duradera y contribuir a un futuro más feliz y fraternal en una Europa unida".

"En los primeros años funcionó superbién y se hicieron un montón de viajes", cuenta Menéndez, que aún recuerda el éxito que tenían los quesos frescos de cabra que traían los productores de Nogent-le-Roi en cada feria del queso de Salas. "Eran los únicos que se acababan de la feria, todos en Salas íbamos directos a comprar en cuanto llegaban. Durante años vinieron como invitados especiales a la feria del queso, pero la UE cambió la normativa del traslado de alimentos frescos y convirtió en inasumible el desplazamiento de los productores", señala Menéndez. Por su parte, los de Salas viajaron a Francia con sus productos y hasta llevaron una charanga "que fue un éxito arrollador". También la escuela municipal de música fue protagonista de otros viajes.

En Salas nació una asociación encargada de fomentar el hermanamiento bajo el nombre de Hernosa (Hermanamiento Nogent Salas) que capitaneó el fallecido Pepe Grana, "un francófilo de primera". Cuenta Flor Menéndez que con él las actividades del hermanamiento vivieron un fuerte impulso, sin embargo, su muerte y después la pandemia, truncaron los planes. "La última vez que vinieron a Salas fue en el Carnaval de marzo de 2020, justo antes de que estallara la pandemia. De aquella había muchos proyectos", señala Menéndez, que aún mantiene contacto con los de Nogent.

En este sentido, la exconcejala anima al consistorio a retomar esta aventura y las actividades conjuntas con Nogent. "Ellos quieren retomarlo y hace falta la implicación seria del Ayuntamiento de Salas para que salga adelante, si no es imposible", señala Flor Menéndez. Esta mujer defiende que ambos territorios tienen diferencias claras, especialmente en cuanto al paisaje ("Nogent es una llanura que llama la atención", señala), pero también muchas similitudes: "Es un cantón muy rural como en Salas, con historia, como en Salas".

Antes de con Salas, Nogent-le-Roi se hermanó con el municipio alemán de Heddesheim. De hecho, este año conmemoran el cincuenta aniversario de este vínculo.