Esta es la historia tras las manos que forjaron la Cruz de la cascada del Nonaya (que ya luce otra vez en su sitio)

“Recibimos muchos mensajes de vecinos pidiendo que volviera a colocarse”, aseguran en el Ayuntamiento sobre el especial símbolo en una de las mas conocidas rutas de naturaleza

Cruz "hermana" de la primera que David López creó para la cascada del Nonaya, ya instalada nuevamente

Cruz "hermana" de la primera que David López creó para la cascada del Nonaya, ya instalada nuevamente / LNE

Á. Rodríguez

En un lugar de Salas, en uno de los muchos rincones especiales del concejo, hay una cruz forjada con retales de metal de alguna fábrica suiza. Su creador dio forma al alfa y el omega y los cuatro brazos del símbolo, que luce cual espada de Excalibur frente a la cascada del Nonaya. 

Emigrante de 66 años, David López Alonso tuvo la suerte de ser hijo de su padre, David López Del Río, conocido en Salas como “El Provo”. Salas tuvo también la suerte de que Alonso nunca se olvidara de su tierra. “Soy hijo de un señor de Salas al que conocían como David El Provo. Era hojalatero, calderero, paragüero. Y por suerte, me regaló sus manos. Yo soy cuchillero desde hace treinta años, mi oficio fue siempre el metal. En la última fábrica trabajé el acero inoxidable, pero yo siempre trabajé el hierro. Un material noble”, explica David. 

Con claridad y pasión relata su nacimiento en un pueblo de la parroquia de Ardesaldo. Y sus nítidos recuerdos “cuando subía pescando por el río y encontraba un lugar mágico” en la cascada del Nonaya. “Salas para mí fue el pueblín hasta los dieciocho años, cuando me fuí. Me emociono cuando hablo de ese sitioEs un lugar santo. Suiza es un país maravilloso, me hizo cumplir muchos sueños en mi vida, encontré a mi mujer, pero como emigrante, con esa añoranza tan grande, un día decidí hacer esta cruz, un poco abstracta y llevarla al Ayuntamiento”, cuenta David. 

David López Alonso, hijo de David El Provo

David López Alonso, hijo de David El Provo / LNE

El alcalde, Sergio Hidalgo, le dio permiso. “Lo agradecí mucho, era mi ilusión. Yo no tuve nada de pequeño, me llena regalarla”, relata el forjador. Que casualmente hizo una “hermana” de la cruz original que ya luce, nuevamente, frente a la cascada. Y es que la anterior, “la sustrajeron, hace un tiempo, desapareció. Y recibimos mogollón de mensajes, a través de las redes sociales, de gente que nos avisó de que faltaba la cruz y que pedía que la pusieramos de nuevo. Porque llegar a un sitio tan mágico y ver la Cruz de la Victoria allí era precioso”, apunta Alejandro Bermúdez, concejal de Turismo en el Ayuntamiento de Salas. 

Hecha de retales con fallos “que no se podían vender en la fábrica”, David le dió forma a la cruz. Un símbolo para él y “un atractivo turístico” en una de las rutas de naturaleza más conocidas del municipio.  “A la gente le marcó, y eso que solo tiene un par de años. La del Nonaya es una ruta sencilla, que se suele hacer en familia. Se empezó a conocer más y ver la cruz es un regalo en el camino. Esperamos que se cuide”, asegura Bermúdez.