Concejo de Salas, Puerta de Occidente

 Allá por el año 1990, cuando las ratas acampaban libremente por una canal del alcantarillado a la parte abajo del palacio de Casares, Manuel González (bibliotecario) y yo mismo propusimos a la nueva Corporación un plan de choque para sacar al concejo de las tinieblas donde se encontraba. La primera propuesta fue crear un lema de promoción turística que reflejase al municipio. En 1975 se había creado uno, específico para la capital concejil,  “Salas la villa de los castillos”. Algo es algo, sobre todo cuando castillo no había ya, pero sí la magnífica torre rehabilitada por mucho mimo por Luis Menéndez Pidal. 

Nuestra idea era dar una imagen global del concejo, idea en la que seguimos trabajando con los almanaques anuales, donde se reflejaba una foto de referencia de cada rincón salense, con el fin de dar una imagen de unidad. Era una imagen común, entrar en una cocina y verlos uno encima del otro en el mejor lugar.  Lamentablemente, se ha dejado de publicar en 2011. 

¿Por qué "Puerta de Occidente"? El arco que une la torre con el palacio de los Valdés-Salas semeja a una puerta, aunque durante siglos fue una aduana, donde la Casa de Alba, heredera del inquisidor, cobraba una tasa por cualquier mercancía que pasaba bajo ella. En aquella época empezábamos con la promoción del Camino Primitivo -dato peculiar, en sus inicios no pasaba por la villa- entendiendo que es el nexo de unión del occidente de Europa. Se usó durante años en todas las publicaciones de promoción municipal. Aunque el triunfo fue una humilde pegatina amarilla (color de la ruta jacobea), que se repartió en el stand municipal de la feria de muestras de Tineo el año 1992. Gracias a los niños del concejo que se dedicaron a empalar la villa tinetense, no hubo un poste sin su correspondiente pegatina. 

Por consiguiente, no tiene sentido no usar dicho eslogan de una manera completa.