"Pérdidas de 20 o 30 kilos en tres meses": la revolución con fármacos para la diabetes que estudian endocrinos asturianos

Los tratamientos para regular la insulina revolucionan el panorama al propiciar "pérdidas de 20 o 30 kilos en tres meses" | Los expertos reclaman prudencia y control médico, y los nutricionistas alertan sobre el "efecto rebote"

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Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Venía para tratar la diabetes y se ha convertido en un medicamento tan buscado que ha llegado a agotarse en algunos momentos. ¿Por qué? Porque ayuda a bajar peso de manera, digamos, indolora. "Ozempic" es el nombre comercial de un fármaco –con la "semaglutida" como principio activo– inyectable que algunos califican de "revolucionario": reduce los niveles de azúcar en la sangre y regula la insulina, como estaba previsto; pero, además, ha demostrado protección cardiovascular; y, al quitar el apetito, facilita la pérdida de kilos. Eso sí, nada es perfecto: la comida deja de ser un placer y el efecto rebote, una vez que deje de tomarse, puede ser muy considerable.

¿Qué está pasando en Asturias? Según ha indicado a este periódico la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (Cofas), los nuevos tratamientos antidiabéticos "han ido ganando cuota de mercado desde su lanzamiento, en 2021, y se espera que sigan creciendo este 2023". Cofas puntualiza que "durante los últimos meses de 2022 hubo problemas de suministro que motivaron cambios en la prescripción hacia las presentaciones orales disponibles en aquel momento". Sin embargo, apostilla, "en estos momentos el suministro es correcto".

Pero esta familia de fármacos va a crecer en un futuro próximo. En Asturias, el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA) está llevando a cabo ensayos con otro miembro de esta familia, el "tirzepatida", en pacientes tanto con obesidad como con diabetes en los que se están obteniendo "bajadas de 20 o 30 kilos en dos o tres meses, y sin efectos secundarios", señala Elías Delgado Álvarez, investigador principal del Grupo de Investigación en Endocrinología, Nutrición, Diabetes y Obesidad (Grupo ENDO).

Algunas celebridades, como el magnate Elon Musk, máximo responsable de Twitter, dispararon la demanda de estos medicamentos al publicitar el "secreto" de su dieta: "Ayuno, Ozempic y alejado de la comida apetitosa".

Como se ha indicado, el principio activo del Ozempic es la semaglutida, que imita una hormona llamada "péptido-1" similar al glucagón que producimos naturalmente en los intestinos. En consecuencia, limita el apetito al indicarle al organismo que nos sentimos llenos y hace que el estómago se vacíe más lentamente.

Se estima que en España hay cerca de 5 millones de pacientes con diabetes tipo 2, un 14 por ciento de la población adulta. . En Asturias, en torno a 90.000. Pero personas con sobrepeso y obesidad hay muchas más.

Elías Delgado, a su vez jefe de la sección de Diabetes del servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), orienta la cuestión en torno al Ozempic: "En personas con diabetes lo estamos usando desde hace años. Logra mejorías importantes en su control glucémico, protección cardiovascular y bajadas de peso impensables hasta ahora. Además, ya está aprobado en Estados Unidos, por la FDA, y en Europa, por la EMA (Agencia Europea del Medicamento), para personas con obesidad. En España se está estudiando si lo financia la sanidad pública".

El Ozempic sí está subvencionado por el Sistema Nacional de Salud para tratar la diabetes. Con receta médica, cuatro dosis les cuestan a estos pacientes 4,24 euros al mes. El protocolo de uso es de una inyección semanal, mucho más llevadero que su antecesor, el "Saxenda", que suponía un pinchazo diario y, además, propiciaba menos disminución de peso.

Sin embargo, cuando se adquiere sin receta pública su precio se dispara hasta los 128,15 euros al mes. Lo que ahora está en fase de debate es si también se reduce su precio para tratar la obesidad en personas no diabéticas. El doctor Delgado pronostica que la decisión será negativa: "Mi vaticinio es que no. Hablar de obesidad es hablar de diez millones de españoles o más. Y el coste de eso es enorme".

Sin embargo, añade el especialista del HUCA, el Ozempic ya tiene "el marchamo médico" de las agencias reguladoras para emplearlo frente a la obesidad. Dicho de otra manera: no es un medicamento peligroso. "La obesidad es una enfermedad que abre la puerta a muchas otras patologías. Está claro que es mejor prevenir la enfermedad que tratarla", puntualiza el experto.

Analizando pros y contras, Elías Delgado apuesta por una vía intermedia: "Entiendo que la financiación pública habría que acotarla a un segmento de personas obesas con más gravedad o con más riesgo de sufrir enfermedades".

En el momento actual, lo que está pasando en algunos casos es que la porción de la población que dispone de recursos y quiere llegar al verano con los deberes hechos para presumir de delgadez acude a la farmacia, paga las inyecciones y provoca un desabastecimiento a quienes más las necesitan: las personas con diabetes.

Con todo, señala el jefe de Diabetes del HUCA, no conviene actuar alegremente y sin supervisión médica: "Nadie debe automedicarse a la ligera. Estos fármacos tienen sus indicaciones, sus contraindicaciones y sus efectos secundarios". Por otra parte, el especialista indica que la estrategia más adecuada para adelgazar no debe limitarse a las inyecciones de Ozempic, sino encuadrar este tratamiento en un marco más amplio que incluya otros hábitos de vida sanos y complementarios, como hacer más ejercicio y seguir una dieta, si lo que se quiere es cosechar un resultado equilibrado a largo plazo.

La perspectiva del nutricionista la aporta la ovetense Susana Sánchez: "Como nutricionistas, entendemos que se busquen medicamentos para hacer frente a la pandemia de obesidad, un problema serio hoy en día. Sin embargo, seguiremos insistiendo en que lo realmente importante es cambiar nuestros hábitos diarios: seguir un patrón de dieta mediterránea, evitar un estilo de vida sedentario, limitar el consumo de alcohol y cuidar la higiene de sueño".

La experta asturiana añade que resulta frecuente considerar algunos fármacos como "un producto milagro", cuando "la realidad es que si la persona no modifica su estilo de vida lo que sucederá es que, cuando deje la medicación, sufrirá un efecto rebote y volverá a recuperar lo que ha logrado perder por consumir menos calorías".

En consecuencia, Susana Sánchez subraya que "es más eficaz invertir dinero en una alimentación equilibrada e individualizada (para no tener hambre), aumentar el ejercicio y aprender a gestionar el estrés que nos lleva a comer más y peor".

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