La receta de América González para llegar a los 105 años en plena forma: "Como de todo, duermo muy bien y nunca me casé"

La ovetense rebasa con holgura la barrera del siglo con buena salud: "Hasta los médicos se sorprenden"

Los 105 años de una nadadora y pionera del fútbol femenino: así es el día a día de América González

VIDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Fernando Rodríguez

Lorena Landázuri

Lorena Landázuri

Disfrutar de interminables baños en las playas de Salinas y Gijón, cultivar su pasión por la cocina, llevar una dieta sana, mantener la mente activa y estar siempre rodeada de los suyos. Estos son algunos de los secretos que parecen haber ayudado a América González, vecina de Oviedo, a alcanzar los 105 años y llevar una vida prácticamente autónoma. "Vivo sola, me levanto a las diez, desayuno, me ducho, ordeno mi casa y así empiezo mi día", cuenta esta avilesina nacida en Piedras Blancas en 1919, que, además de por su veteranía, puede presumir de tener una salud de hierro. "Los médicos se sorprenden porque casi no tomo medicación", señala.

Sin embargo, la longevidad en casa de los González parece cosa de familia. "Una de sus hermanas llegó a los 103 años", indica Eloína Martínez, sobrina de América, quien no duda en destacar las dotes de anfitriona que aún conserva su tía: "Siempre que venimos, tiene detalles, le gusta recibir a su gente en casa, cocinar, pasar tiempo con sus vecinas...".

Sus más de 30 años como cocinera en Saint-Philippe-du -Roule, una de las iglesias más importantes de París, la avalan. "La cocina francesa es muy elegante, cuidada y con mucho detalle. Cuando llegué, no sabía ni freír un huevo y acabé siendo una profesional", ríe América González, quien además se trajo del país galo un perfecto dominio del francés que todavía mantiene. "Lo habla a la perfección. Escucha música y ve series en francés para no olvidarlo", cuenta Rebeca Martínez, su sobrina-nieta.

Los 105 años de una nadadora y pionera del fútbol femenino

Eloína Martínez, junto a su tía / Fernando Rodríguez

Tras su feliz etapa en Francia, tocó jubilarse y poner rumbo a Asturias, donde regresó con 67 años y siguió alimentando una de sus grandes aficiones: la natación. "Me iba a la playa por las mañanas, me llevaba un bocadillo y no volvía a casa hasta la noche. Yo era la que cerraba la playa", presume.

La natación ha sido siempre uno de sus imprescindibles, aunque también el fútbol tiene un lugar destacado en su biografía. "Jugaba de delantera en un equipo de chiquillas y siempre recordaré aquel partido en el que nos enfrentamos a un grupo de chicos en La Maruca, Avilés, y les ganamos", relata América, quien no duda en arrancarse a entonar la canción que compusieron para conmemorar su particular gesta.

Ahora, su corazón futbolero se divide entre el Real Madrid y el Real Oviedo, y sigue vibrando con cada triunfo de la selección femenina de fútbol: "Es un deporte que sigo porque me encanta".

A pesar de que hace tiempo que el deporte ya no forma parte activa de la vida de América, hay una gimnasia que no descuida por mucho que pasen los años: el ejercicio mental. De ahí que los concursos de cultura general o los realities de música sean otros de sus pasatiempos preferidos. "Lo mismo puede contarte anécdotas de su infancia, prepararte una quiche Lorraine de infarto o hablarte de la ganadora de Operación Triunfo", afirma Eloína Martínez, quien suele acudir a casa de su tía a hacerle la compra, echarle una mano en aquello que necesite o simplemente, pasar una rato juntas. "Es un orgullo para toda la familia que esté tan lúcida, que ella misma sea capaz de llamar a la peluquera, al podólogo... Contamos con ayuda a domicilio, pero básicamente es para que le hagan compañía, porque se vale por sí misma", recalca.

Los 105 años de una nadadora y pionera del fútbol femenino

América González en su cocina / Fernando Rodríguez

Su vitalidad y optimismo, dos cualidades de las que aún hace gala, son otros de los rasgos que destaca su familia. "Siempre te habla de cosas buenas, de lo bien que vivió en Francia, de lo feliz que fue, de su infancia... es una actitud que contagia", apunta Rebeca Martínez.

Esa actitud positiva parece haber ayudado a América a tomarse con humor su soltería. De hecho, no duda en señalarlo como uno de los secretos de su longevidad. "No tener marido es la receta para llegar a los 100 años, eso y dormir muy bien", ríe mientras ultima los preparativos de la merienda que ha preparado para celebrar su cumpleaños y en la que no faltan las famosas marañuelas de Luanco, los bombones y un brindis. "Si el cuerpo aguanta, aquí estaremos hasta los 106", exclama América.

Las claves

  • Vida sana y activa. Superar la barrera de los 100 años no está al alcance de todos. En el caso de América González, el deporte y una alimentación sana forman parte del secreto de su longevidad. 
  • Actitud positiva. Quedarse siempre con lo bueno y vivir la vida con optimismo son otros de los imprescindibles de esta avilesina para cumplir años sin complejos.
  • Rodearse de los suyos. Para América González, vivir sola nada tiene que ver con la soledad. En su lugar, presume de la compañía y atención de su familia y las charlas con sus vecinas. 

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