Opinión

Riesgos laborales durante la gestación

Ante la presencia de cualquier peligro para la salud de la madre y el feto, lo procedente es adoptar las máximas precauciones

Riesgos laborales durante la gestación

Riesgos laborales durante la gestación

Carmen Pérez Novo es ginecóloga.

El embarazo es un proceso fisiológico y natural. De hecho, cuando transcurre sin ningún tipo de contratiempos, la mujer puede llevar un vida normal, pero, claro está, con los límites que le impone su estado. Por eso, debe asumir la realidad de que las condiciones laborales influyen en su embarazo.

Los riesgos a que una mujer puede estar sometida en el terreno laboral son agrupables en tres epígrafes: contaminación biológica, química y física. Ante la presencia de cualquiera de ellos, deben tomarse las máximas precauciones. Por tanto, conviene saber que:

  1. Los ruidos demasiado fuertes pueden dañar al feto, ocasionándole daños irreparables en el desarrollo de su sistema auditivo.
  2. El contacto o inhalación de disolventes industriales, pinturas, sprays, insecticidas y pesticidas pueden repercutir negativamente en el estado de salud. Las luces fluorescentes deben filtrarse, para eliminar el parpadeo de alta frecuencia, ya que éste produce cefaleas, falta de concentración, mareos y fatiga ocular.
  3. Durante el embarazo, los órganos de depuración del cuerpo funcionan a un ritmo más lento de lo normal, lo que puede contribuir a que se inicie una determinada alergia en la gestante. Los científicos han demostrado que existen multitud de especies animales susceptibles de desencadenar en la embarazada un proceso alérgico, una respuesta anómala del sistema inmunológico contra algo que, en teoría, es inocuo. Si la mujer trabaja en granjas, circos, clínicas veterinarias o laboratorios con ratas u otros animales para experimentación, está expuesta a un riesgo añadido: el de hipersensibilizarse al contacto con un determinado animal, lo que puede originar procesos alérgicos, desde picores, rinitis, conjuntivitis, dermatitis, urticaria, bronquitis y asma, hasta reacciones muy fuertes. La moqueta y el polvo favorecen la proliferación de ácaros y pueden provocar cuadros asmáticos, rinitis y bronquitis.
  4. En este periodo, deben variar regularmente de posición, alternando la posición de pie y sentada. De pie, la sangre y los fluidos de los tejidos tienden acumularse en las piernas, produciendo hinchazón acompañado de dolor. Sentada, puede producir hinchazón en la parte inferior de las piernas. Además, los músculos, en especial los abdominales, se relajan en exceso y la columna tiende a curvarse, pudiendo producir desajuste de otros órganos, particularmente aquellos relacionados con la digestión y la respiración.
  5. Tampoco debe soportar el peso de demasiada responsabilidad o un excesivo grado de rendimiento laboral. Si está sometida a estrés, su organismo se resiente, también el del feto, y pueden aparecer taquicardias, insomnio, hipertensión, úlcera de estómago, contractura muscular, irritabilidad, ansiedad, angustia, tensión, agotamiento, depresión. Profesionalmente, tienen más riesgo de padecerlo las altas ejecutivas, médicas, abogadas, periodistas y, en general, aquéllas que se dedican a profesiones con alto nivel de responsabilidad.
  6. Y, ya por último, como ya las mujeres conocen, inhalar el humo de tabaco, aumenta ostensiblemente los riesgos, tanto para la madre como para el feto.

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