La Nueva España de Siero

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Las demandas por cuestiones bancarias elevan los pleitos en los Juzgados de Siero

La memoria judicial registra que en los tribunales de la Pola hay más de 2.000 asuntos pendientes, pese a caer un 8% la entrada de casos

Instalaciones de los Juzgados de Siero.

Con menos entrada de pleitos, con menos resolución de casos y con un incremento bastante signifcativo de los asuntos pendientes. Más aún que la media de Asturias.

Así han cerrado los Juzgados de Siero su actividad en el pasado año, el 2020 -en comparación con el 2019-, teniendo en cuenta que se trata de la foto fija del cierre de un año de pandemia con muchas salvedades que quedarán para la historia. Pero en todo caso, así ha quedado en la memoria judicial del Principado, presentada hace pocas semanas por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Jesús Chamorro.

Entonces Chamorro ya dejaba claro que en Asturias la norma general del año pasado fue la de un ejercicio con una disminución del 14,1 por ciento de los asuntos ingresados en el conjunto del sistema judicial asturiano, con una caída del 15% en los asuntos resueltos y con un aumento del 8,2% en los casos que pasan como pendientes al 2021. Siendo ese el escenario de Asturias, en Siero el comportamiento de sus juzgados ha seguido la misma tendencia, pero empeorada.

Los cuatro juzgados de Instrucción y 1ª Instancia del concejo cerraron con algo menos de 4.300 asuntos ingresados, lo que supone un 8,7% menos que el año anterior; casi 3.900 asuntos resueltos, lo que supone un 15% menos y con más de 2.000 causas pendientes, que es más de un 30% de lo que quedó pendiente un año antes. Las cifras, sin embargo, no resultan de especial gravedad para las autoridades judiciales regionales, que en la memoria del TSJA consideran que si bien “el movimiento de asuntos es el habitual de los juzgados de Siero” lo más reseñable es “el más que considerable aumento en la entrada de asuntos civiles consecuencia de la proliferación de demandas en materia de contratación bancaria”.

Un ejemplo sangrante: los armarios de las oficinas judiciales “carecen en su mayoría de puertas, lo que hace imposible cumplir con las previsiones de la Ley de Protección de Datos”

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Para las autoridades, esa es la pincelada más reseñable en unos juzgados, los de Siero, que tienen una habitual carga importante “sin que la pandemia derivada del covid haya supuesto una especial agravación”. Sí que se ha dejado notar en que haya un peso mayor de casos relacionados con procedimientos de familia, suspensión de ejecuciones, cláusulas “rebus sic stantibus” que los expertos vinculan claramente a la crisis económica provocada por la actual situación de alarma.

La memoria judicial también hace referencia a las instalaciones en las que desarrollan su trabajo los funcionarios, teniendo en cuenta que Jesús Chamorro incidió en los “importantes déficits” de medios materiales y digitales con los que tiene que lidiar la justicia asturiana en todo el territorio. En el caso de Siero se hace hincapié a que el edificio en el que están los juzgados tiene una antigüedad de 45 años, “lo que determina que las instalaciones se encuentren relativamente obsoletas y algunas con poca utilidad”. Un ejemplo sangrante: los armarios de las oficinas judiciales “carecen en su mayoría de puertas, lo que hace imposible cumplir con las previsiones de la Ley de Protección de Datos”.

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