El dinero recaudado en la fiesta de San Antonio de Lieres, 1.786,25 euros, ya está camino a la India y repartido a Cáritas de Siero para que honre al santo que da nombre a la celebración. “Creemos que con la pandemia hubo más personas que se dieron cuenta de que había quienes pasaban estrecheces”, comenta desde la sacristía de la iglesia de Santa María de Lieres Isidro Fal, presidente de la Cofradía de San Antonio. El párroco Alberto Torga y Llamedo complementa sus palabras: “El coronavirus mostró mucha gente que pasa necesidad”.

Alberto Torga y Llamedo cumplió, el pasado 10 de junio, 65 años desde que se ordenó como sacerdote. Llegó a Lieres en octubre, y, como él dice, no vivió lo peor de la pandemia desde la Iglesia. Pero en su vida, ha visto a mucha gente pasando penurias. Recuerda que cuando era joven, en el año 1.960, se fue de misiones a Argentina. Allí le tocó oficiar misa en una “villamiseria”, que son asentamientos de viviendas precarias ubicadas en los suburbios donde la gente vive en una pobreza extrema.

Torga vivió enormes cambios en la Iglesia. Uno de los más significativos fue dejar de dar la misa de espaldas y en latín: “El viernes se aprobó y ese día estaba dando misa en castellano”, rememora. Y, entre recuerdos felices, se marcha a oficiar un funeral desde su púlpito.