"Se veía que estaban de hacerlo". Patidifusos cuentan la historia de un robo improbable los trabajadores de una ferretería de Pola de Siero, donde dos mujeres se llevaron tres taladros, valorados "en 300 euros". Lo hicieron despistando a los empleados del establecimiento. "Una se puso a mirar sartenes de manera sospechosa y la otra aprovechó para entrar y llevárselos".

Ocurrió en la jornada de ayer, a las seis y media de la tarde, en la ferretería "Piquero". Según cuenta uno de los socios del negocio familiar, Marcos Pintado, entró primero una mujer. "Una señora se puso a mirar donde las sartenes. Mi madre estaba atrás atendiendo, sospechó y nos fuimos hacia allí".

Ahí fue cuando se puso en marcha la maniobra de despiste. "Entró otra chica y se fue directa a la zona donde estaban los taladros". Los cogió, y, a pesar de ser voluminosos, salió con ellos con total tranquilidad, "una vez la otra le hizo una señal". "Se ve que estaba de ello, no se alteró en ningún momento", añade Pintado.

Rápidamente contactaron con la Policía Nacional, que se acercó al lugar y ahora investiga los hechos. "Salimos a mirar por la zona, a ver si volvían a pasearse, y avisamos a los otros negocios del comercio local, a ver si entre todos dábamos con ellas". No fue así y ahora esperan a las pesquisas policiales.