El arándano se da muy bien en Siero y crece cerca de los pomares de los abuelos de Begoña González en Muñó

Emprendedora en la zona rural, hizo de la tierra de sus antepasados su forma de vida, cuidando de los manzanos y plantando frutos rojos que también comercializa en zumos y mermeladas

Begoña González y Nicolás Claverol, con una muestra de sus arándanos.

Begoña González y Nicolás Claverol, con una muestra de sus arándanos. / P. T.

El arándano se da bien en Siero, donde son varias las fincas en las que se cultiva este fruto cuyo consumo se ha extendido en los últimos años. Una de estas zonas de producción del concejo está en Muñó y en la localidad una de las personas que se dedica profesionalmente a ello es Begoña González. "El arándano no es nada ‘repunante’, necesita tener unos parámetros en la finca, pero nada especial, frío en invierno y calor en verano, pero incluso si no es así, él tira igualmente", explica esta emprendedora que lleva una década desde que plantó los primeros.

Su negocio "Arándanos y manzanas de Muñó" nació allá por 2013 y, como su nombre indica, también en sus terrenos hay pomaradas, las que provienen de su familia. "Padre, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos… Ellos también trabajaron esta tierra y salieron adelante gracias a ella", cuenta en la página web de su empresa, en la que también hay fotos de los antepasados que le legaron propiedad y sabiduría.

Manzanas en casa siempre hubo y cuando los abuelos se jubilaron, aunque la siguiente generación, la de los padres de Begoña González, ya no se dedicó a la agricultura ni a la ganadería, se mantuvieron cuidadas las pomaradas y los campos. "Luego llegamos nosotros, conocíamos esto y retomamos con los pomares, además de decidir plantar los arándanos como tema novedoso en ese momento. Ahora ya los hay en casi todos los concejos, pero entonces no había tanto", explica González.

Begoña González y Nicolás Claverol.

Begoña González y Nicolás Claverol. / P. T.

Planta media hectárea y obtiene entre tres y cuatro toneladas por temporada, aunque la producción nunca es una cifra exacta, pues la cantidad depende del tiempo, las plagas y otros factores que puedan afectar cada año.

Tiene seis variedades de maduración escalonada, para poder recoger fruta a lo largo de todo el verano y principio de otoño. Se trata de los tipos Duke, Legacy, Brigitta, Aurora, Elliot y Centrablue. Los arándanos frescos se venden de julio a octubre. También los tienen congelados fuera de esas épocas y comercializan zumos, mermeladas y por supuesto manzanas.

Como todos los sectores, el arándano está sometido "a los vaivenes del mercado" y pasa mejores y peores momentos, pero la experiencia de estos años, la de "volver a la tierra", la da Begoña González por buena. La comercialización tiene distintas vías, pero la fundamental es en la propia finca (La Cantera 9), donde prácticamente están abiertos a diario en horario comercial habitual.

"Estamos en una zona de bastante paso, en el centro de Asturias, hay muchos ciclistas. Se nos ve, siempre quisiéramos que fuese más, pero la verdad es que es la finca donde se vende la mayor parte. También tenemos la tienda online y salimos a mercados y ferias que nos puedan ser interesantes, además de una frutería en Gijón que tiene nuestros productos", señala.