La Pola, Lugones y La Fresneda, protagonistas de un estudio de la Universidad de Oviedo sobre entornos saludables

Por mucho que una persona quiera tener una vida saludable no lo logrará si no tiene acceso a entornos que la favorezcan. Y en ofrecer esa posibilidad, la de vivir en lugares con espacios para caminar, zonas verdes y que inviten al ciudadano a salir de casa, tienen mucho que decir las Administraciones públicas, en este caso los Ayuntamientos. Se trata de que los ciudadanos disfruten de las localidades en las que residen y también de que determinadas medidas en el diseño de las ciudades contribuirán a medio y largo plazo a mejorar la salud de los vecinos por la realización de un ejercicio físico que propician los núcleos en los que tienen su vivienda. En resumen, esta fue la exposición que hizo Rubén Martín, miembro del equipo de investigación en Promoción y Educación para la Salud Conductual y Medio Ambiental de la Universidad de Oviedo para presentar algunas de las conclusiones del estudio que en este sentido han hecho en tres poblaciones de Siero, la Pola, Lugones y La Fresneda.

Todas van por buen camino y tienen indicadores positivos en los distintos parámetros que ha medido este trabajo, el primero que se hace en un concejo asturiano y en el que además de Martín han participado Rosario González y Mar Fernández. Los detalles del resultado del estudio serán objeto de una publicación científica y ayer se ofrecieron solo algunas conclusiones básicas durante una rueda de prensa en el despacho de la Alcaldía de Siero, con presencia del regidor, Ángel García.

El municipio destaca precisamente por aplicar políticas que coinciden con la filosofía de crear entornos saludables y agradables para los ciudadanos, un "Siero para vivir" en el que el bienestar de sus vecinos es la prioridad, tal y como inciden los responsables del concejo.

La elección del concejo y de las tres zonas concretas fue iniciativa del equipo de la Universidad de Oviedo, que escogió estas tres localidades por ser parte de un mismo municipio y tener, a la vez, características muy distintas. El estudio ha medido cuatro parámetros: el acceso o no a alimentos saludables, a tabaco, a alcohol y la "caminabilidad". Este último concepto es una traducción del término inglés "Walkability", que se refiere al grado de facilidad de la movilidad peatonal en los entornos. Un mayor grado de caminabilidad tiene beneficios para la salud, el medio ambiente y la economía.

Lo que viene a significar es "cuánto fomentan los entornos en los que las personas vivan la realización de actividad física como caminar o andar en bicicleta", incide Rubén Martín.

Las tres localidades de Siero analizadas tienen buenos resultados en cuanto a que ninguna de ellas destaca en sentido negativo en consumo de tabaco o alcohol. Del mismo modo, los datos son positivos en acceso a alimentos saludables, si bien "es verdad que el hecho de que se consuma en grandes superficies tiende a penalizar un poco más las puntuaciones", dijo.

Respecto a la "caminabilidad" se extendió el profesor: "Se destaca sobre todo en algunos de los indicadores, como por ejemplo la presencia del carril bici en Lugones, el buen mantenimiento de las aceras en las tres localidades, la buena iluminación, el buen matenimiento de los edificios... Si hay un entorno atractivo, agradable, se facilita que la gente salga de casa y por tanto tenga actividad física".

Por su parte, el Alcalde destacó que el bienestar ciudadano es el protagonista de la políticas en Siero y que se trabaja en la línea de creación de entornos saludables. "Ahora la gente no usa el carril bici, puede que en unos años sí. Ninguna medida es cortoplacista. De lo que se trata es de que la gente sea más feliz y tenga más espacios para disfrutar a la vez que se mejora la salud, lucha contra la obesidad y otros factores", añadió.