Fallece José Luis Noval, uno de los cuatro fundadores de la histórica imprenta polesa

"Lo dio todo durante muchos años", destaca el hijo de quien fue "trabajador incansable" de un negocio que ya supera los 77 años de andadura

José Luis Noval, trabajando en la imprenta, en una imagen tomada por su familia. | Familia Noval

José Luis Noval, trabajando en la imprenta, en una imagen tomada por su familia. | Familia Noval / Luján Palacios

Pola de Siero pierde un pedacito de su historia acuñada en tinta, entre tipos y planchas. José Luis Noval Álvarez, uno de los cuatro fundadores de la histórica imprenta Noval, ha fallecido a los 93 años, tras un periodo delicado de salud. Deja tras de sí el cariño de una amplia familia que se ha ido haciendo cargo del negocio de generación en generación, y el reconocimiento de un pueblo que puede presumir de contar con un local en el que, a lo largo de 77 años ininterrumpidos de buen hacer, ha dado forma a millares de hojas impresas de todo tipo y formato.

Creada en el año 1947, la Imprenta Noval tiene su origen al otro lado del océano. Concretamente en Cuba, país de destino de un tío que decidió embarcarse para buscar fortuna. Ese pariente fue el que reunió a los hermanos Noval (José Luis, José Ramón, Manuel y Juan), para proponerles abrir un negocio en la capital polesa con parte del dinero ganado en la isla. Tras darle vueltas, decidieron que sería una imprenta, oficio que tuvieron que aprender gracias a las lecciones de un vecino de Noreña que les mostró los entresijos del mundillo.

Instalados entonces en la calle Celleruelo, comenzaron a trabajar sin descanso hasta ser una referencia en la capital polesa. De sus instalaciones han salido todo tipo de folletos, papeletas, carteles, tarjetas de visita, cartas o libros. Hoy en día se hacen cargo del negocio los primos, hijos de aquellos cuatro fundadores de los que José Luis era el segundo hermano. José Ramón, Marta, Alejandro, Guadalupe, Carlos y Pedro Noval son, en la actualidad, quienes regentan la imprenta, modernizada con el paso de los años gracias a la aplicación de las últimas tecnologías.

José Luis Noval aprendió tan bien el oficio que "podría hacerlo dormido", recordaba su hijo Pedro hace unos años, con motivo del 75.º aniversario del negocio. Ayer, en cambio, apenas podía articular unas palabras de agradecimiento a todos los que han mostrado su cariño a la familia por la pérdida.

"Está siendo un día muy duro para nosotros; no ha sido algo inesperado, pero no por ello es menos doloroso", indicaba Pedro Noval, antes de recordar cómo su progenitor "lo dio todo, incansable, durante muchos años" para llevar a buen puerto la empresa familiar. El funeral por su eterno descanso se celebra este lunes, a las cinco y media de la tarde, en la iglesia parroquial de la Pola.

De sus rodillos y planchas ha salido buena parte de la historia en papel de Siero. Su recuerdo, a su vez, también quedará impreso para siempre en la localidad.