Siero, capital canina con la final de la Copa de Asturias de agility

El club Evo Dog de La Belga será el anfitrión de una prueba con un centenar de participantes en una disciplina "cada vez más al alza"

Por la izquierda, Nuria Díez, Alejandro Salas y Lucía Malde, con «Zaz» y «Eevee».

Por la izquierda, Nuria Díez, Alejandro Salas y Lucía Malde, con «Zaz» y «Eevee». / L. P.

Es un deporte "muy completo", porque no sólo es para la mascota, sino "también para su dueño", y porque "no sólo se trata de que los perros cubran un circuito, además es un reto para su inteligencia". Alejandro Salas, monitor de agility calificado durante varios años para el Campeonato europeo y el del mundo, juez internacional de esta disciplina de deporte para perros, puede presumir de haber convertido La Belga en un paraíso canino.

«Zaz» baja por una rampa en el entrenamiento. | L. P.

«Zaz» baja por una rampa en el entrenamiento. | L. P. / Luján Palacios

La localidad sierense alberga desde el pasado verano al club Evo Dog, uno de los mejores en competición, que cuenta con la ventaja de disponer de césped artificial y campo de hierba y que los días 4 y 5 de mayo acogerá la final de la Copa de Asturias de agility de la Real Sociedad Canina Española, de la que saldrán los mejores perros de Asturias de este año. Una prueba además clasificatoria para el campeonato de España.

En la actualidad cuentan con 30 socios, muchos de los cuales "vienen a aprender ejercicios más sencillos", mientras que otros optan por empezar directamente con el agility porque "la educación en España con respecto a los perros está cambiando mucho; la gente es consciente de que tienen una responsabilidad para con sus animales y se quieren formar para trabajar y entrenar con ellos".

Es el reflejo de un interés por el mundo canino que "está creciendo mucho, sobre todo en Asturias y de forma especial en agility", relata Alejandro Salas. "Es muy divertido, las personas hacen deporte, se mueven corren, y el perro igual; sientes que al animal le viene bien, y le has dado lo que necesita", sostiene el monitor.

Instalaciones del club de agility canina Evo Dog Center en La Belga.

Instalaciones del club de agility canina Evo Dog Center en La Belga. / L. P.

Porque no solo se trabaja la forma física cubriendo un circuito con entre 15 y 22 obstáculos en un máximo de 40 segundos; también se trata de "enseñar a los perros a escuchar y a esforzarse mentalmente para afrontar cada circuito". Y como ellos, sus dueños, para los que no hay edad. "Tenemos gente de 63 y de 14 años", indica Salas, antes de explicar que tampoco hay una limitación para que cualquier raza de perro pueda hacer agility de forma amateur si no tiene lesiones.

Una disciplina en definitiva que, según relatan quienes la practican, tiene todo para engancharse a ella. Nuria Díez, de Avilés, lleva cerca de doce años practicándola, en la actualidad con su perra "Zaz" y lo mejor de todo es "lo bien que lo pasamos, el ambiente entre la gente cuando competimos. Es un hobby y tratamos de superarnos, pero sobre todo lo pasamos bien y los animales nos dan muchas lecciones".

Lucía Malde lleva nueve años en el agility, y se desplaza desde Arriondas cada semana para entrenar. Empezó porque "mi marido y mi hijo se presentaron en casa con un border collie y un vecino educador me dijo que necesitaba ejercicio. Empecé con una vecina que tenía obstáculos y me enganché", cuenta, a la par que confiesa que "lo más difícil es concentrarme para dar a ‘Eevee’, mi perra, las órdenes necesarias, porque cada circuito es diferente".

Todo un reto que afianza vínculos, y que tiene en Siero un punto de encuentro cada vez más concurrido.