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Por una mirada, un verso

El pasado 21 de marzo coincidiendo con el Día Mundial de la Poesía, en Asturias se han realizado diferentes actividades tendentes a convertir a Asturias en Capital Mundial de la Poesía, y yo ,hoy, a pesar de los días trascurridos, quiero continuar con la celebración, pues creo que si de algo necesitamos es de poesía, de belleza, de ilusión, de esperanza, de amparo, de imaginación y no de tanta bazofia como nos rodea, ya en forma de engaño, mentira, falsa promesa,  timo, abuso, atropello, irresolución, silencio…Herramientas que siempre han existido, pero que hoy cobran fuerza para ocultar o tapiar los problemas que nos agobian -véase la ingente deuda que dejamos a las generaciones venideras-.

Decir que la vida del hombre es repetitiva no es decir nada nuevo, y así se refleja en la poesía, que, a pesar de su variedad temática, se puede hace poesía de todo, hasta a una bombilla, a un pantano o al cóndor andino, como en su día hizo Pablo Neruda. No obstante hay tres temas que casi todos los poetas, de todas las épocas, de una manera u otra siempre han tratado -lo único que los individualiza y hace diferentes son las circunstancias sociales y personales de cada uno- y me refiero a el amor, el paso del tiempo y la muerte.

Pero hoy quiero hablaros y alertaros de un problema que no siempre se expone, ni siquiera se comenta en las tertulias, y es el de la dificultad de traducir literatura de un idioma a otro, y más en el caso concreto de la poesía, donde se pide al traductor que sea casi poeta para reflejar la  vivencia  e imágenes del mundo poético del autor traducido, ya que la connotación y polivalencia  de la palabra poética hace muy difícil la empresa, de ahí que exista el Premio Nacional de Traducción, convocado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y que hasta 1984 era conocido como el Premio Fray Luis de León. No es lo mismo leer la poesía de Shakespeare traducida por Pepito que por Juanito…

Este año, yo que no soy asiduo lector de poesía, aunque alguna leo, me ha sido fácil celebrar el Día Mundial de la Poesía, y lo he hecho leyendo poesía, concretamente una Antología de Poetas Árabes, traducida al castellano por el eminente arabista y en su día miembro de la Academia de la Historia, el coronel castrense del Ejército del Aire, don Carlos Quirós Rodríguez, nacido en Pola de Siero el 27 de octubre de 1884, quien en el prólogo alertaba de las dificultades de tal empresa. Libro que ha llegado a mis manos por gentileza de su sobrina Gini y que me ha ayudado a admirar la importancia de la poesía árabe, su fantasía y refinamiento, y a lamentar el desconocimiento que tenemos de la misma, a pesar de su importancia, en un país como España, donde la influencia árabe es palpable y evidente. Antes de su lectura, en el prólogo don Carlos nos avisa: “No extrañemos, pues, que el arabizado andaluz –y lo mismo el valenciano, el extremeño, el aragonés- aún escribiendo en árabe pensasen en español” y nos recuerda que “nada hay más incomprensible que una traducción literal del verso…”. Para la traducción de estas poesías don Carlos ha hecho uso, más por instinto que por reflexión, del verso de ocho sílabas, para ajustarse a la fórmula poética árabe de “un verso para pensamiento y un pensamiento para cada verso”.

Libro editado un 17 de junio 1952, con oportuno prólogo e índice, se compone de un total 84 páginas, que incluyen cinco dibujos con iconografías árabes que no dejan de sorprender al lector, con su sencillez, su naturalidad, su ritmo. De los veinte poetas incorporados, quien más poesías aporta es el poeta De Ibn Zaydum. La temática dominante el amor y su materia poética (ojos, miradas, lágrimas, nupcias, separaciones…(”Es religión el amor sin verdades reveladas", ”Sus miradas son saetas / que el alma tienen por blanco”…” El encanto de la bella / de mis ojos se quejó. ¿Qué culpa tienen, si a ellos /antes hirió el corazón”) . Otros temas: la libertad (“Dejadme libre vagar/ por el mundo a mi merced…No soy un can al cual consuela / un hueso y cama en el suelo…) ; el vino ( “Copero que mosto brindas / y sus primicias ofrendas: toma plata como precio / porque oro, en vino, devuelvas. Mientras las burbujas suben, / irán al fondo las penas…¡Cuántas fiestas en sus aguas /Guadalquivir contempló!/ Son para el vino los ríos / el escenario mejor); el dolor ( “Ave viuda, inconsolable / por la muerte del amigo,…No denuncian su dolor/ palabras, sino gemidos…”) ; la prudente reflexión: (“Las cosas del mundo tiene / en su ser limitación, y una mano poderosa/ freno pone a la ambición…¡Cuántas veces en la vida/ da mate al rey un peón” “¡autoridad que no ayuda / nunca ha de ser alabada! Es justicia y es reparto / lo que una nación demanda…” ; y por último la mera originalidad como la composición, “El Mondadientes” de De Ibn Zaydun, que dice así: “Dame el palillo que mondó tu encía / bella avarienta, corazón de roca: / quizá a la vida vuelva el alma mía / gustando el palo que besó tu boca”…

Creo que la lectura de estos versos avala la importancia de la tradición poética árabe que gracias a la certera y esmerada traducción de don Carlos Quirós Rodríguez se me ha dado a conocer y con la que he ido celebrando el Día Mundial de la Poesía en Asturias. ¡Muchas gracias!

 

P.D Dicen los expertos en la navegación digital que es muy importante el posicionamiento para que un tema, un producto se difunda,  se venda . Después de esta lectura uno tiene que plantearse cuál es su posicionamiento cultural. ¡Cuánta buena Literatura permanece silenciosa, no se lee!

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