Oviedo

Disponer de una cuenta satélite en Asturias es «un placer intelectual, social y político», según señaló ayer la catedrática en Sociología e investigadora del CSIC, Ángeles Durán. ¿La razón? Esas «cuentas satélites», de las que de momento sólo dispone Madrid, País Vasco y Cataluña, cuantifican la producción no de mercado y suponen un primer paso a la hora de renovar los sistemas contables de los países, ya que sin incluir este tipo de actividades, «no se visibiliza parte de los recursos», explicó. Es decir, «lo que no se convierte en dinero o no tiene precio, desaparece». Por eso, para ella, este trabajo permite hacer más justas las políticas públicas ya que no sólo incluyen las cuentas remuneradas. «Hay que renovar el punto de vista sobre la redistribución y la acumulación de riquezas», reclamó Se trata, explicó, de una lucha que nació con fuerza en una conferencia de Naciones Unidas celebrada en Pekín en 1995, en la que se solicitó una modificación general de la forma de hacer las cuentas en los distintos países. Durán ya llevaba años trabajando en esa «gran pregunta de las ciencias económicas» que está costando esfuerzo llevar a cabo, según ella. Durán, además de asistir ayer a la presentación del estudio pronunció una conferencia en el marco del curso de Verano sobre población y economía, bajo el título «Tiempo de vida, tiempo de trabajo».