Madrid, Agencias

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que «en ningún momento» ha entrado en sus previsiones la implantación del copago de los servicios sanitarios, ya que los análisis demuestran que el ahorro que supondría una medida de esta naturaleza es muy pequeño y se corre el riesgo de «desincentivar la prevención de la salud».

En declaraciones a Onda Cero, el jefe del Ejecutivo señaló que en la mayoría de los países existen fórmulas según las cuales los ciudadanos efectúan alguna aportación adicional para recibir asistencia sanitaria. Sin embargo, a la luz de los resultados de los análisis sobre el ahorro que supone y su impacto en la prevención, insistió en defender y preservar la sanidad pública española porque cree que «es la más gratuita y universal de todas las que uno pueda evaluar».

Según Rodríguez Zapatero, el sistema sanitario público español «es muy justo, favorece a los que tienen menos renta, tiene un gran nivel y una gran calidad, y está reconocido por la comunidad internacional como uno de los sistemas de salud más potentes».

Cada cierto tiempo, se plantea el debate acerca de la posibilidad de que los ciudadanos hayan de colaborar en mayor medida en la financiación de los servicios sanitarios. Hace pocos días, el nuevo consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, Boi Ruiz, aseguró que el copago no forma parte actualmente de la agenda del Gobierno catalán por los perjuicios que causaría a las personas más vulnerables. Ruiz apostó por una «revisión profunda» del sistema, y, como defensor declarado del copago, lamentó que la medida no se hubiera implantado en otro momento, previo a la recesión económica.

El consejero catalán defendió el copago de servicios como el menú de los hospitales, como ya hizo anteriormente desde su posición de gerente de la patronal Unió Catalana de Hospitales (La Unió), pero insistió en que esta medida no está prevista.