Gijón, Luján PALACIOS

Cientos de mujeres y hombres alzaron ayer su voz en Gijón, al ritmo de tambores y consignas, en el acto central del Día Internacional de la Mujer, para reivindicar «más que nunca» sus derechos, en un momento en el que, tras el cambio de Gobierno en España, «corren serio peligro».

«Seguimos donde lo dejamos el 25 de noviembre, la violencia de género sigue siendo la principal causa de mortalidad entre las mujeres», denunció ayer Eva Irazu, portavoz de la Plataforma Feminista de Asturias, al término de la manifestación, antes de llamar a «luchar» para acabar con «el patriarcado que se nos quiere volver a imponer». Los colectivos feministas temen que la reforma laboral destruya el empleo público femenino y critican la reforma prevista para las trabajadoras del servicio doméstico. Las manifestantes reclamaron «trabajo para superar la desigualdad» y recursos para «conciliar la vida familiar y laboral». Asimismo, Irazu reclamó «que se restaure la reproducción asistida y se apoyen los procesos de reasignación de sexo», además de pedir al PP que retire el recurso contra el matrimonio homosexual. Tomaron buena nota de sus reivindicaciones políticos como Jesús Iglesias y Gaspar Llamazares (IU) o Javier Fernández (PSOE).

Antes de participar en el acto central del Día Internacional de la Mujer, buena parte de las representantes de los colectivos femeninos asturianos dieron el visto bueno en el Ayuntamiento de Gijón a un listado de 12 puntos para 2012 «con el objeto de prevenir y evitar la discriminación de las mujeres. El Consejo de Mujeres de la ciudad fue el encargado de redactar un documento en el que se exigen medidas rigurosas para acabar con la violencia de género y en el que se reivindica el mantenimiento de la actual ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, específicamente el concepto de plazos.

Asimismo, las mujeres piden a las administraciones que centren su prioridad en la creación de empleo femenino y que se considere a las discapacitadas iguales en todos los derechos. También exigen que se intensifique el gasto social destinado a recursos de ayuda para las madres con hijos, que se desbloqueen las prestaciones y la ley de Dependencia, que se ponga al día el salario social, que no se criminalice el ejercicio de la prostitución, que se erradiquen las conductas discriminatorias, que se eduque en igualdad a los jóvenes, que se pueda contar con unos servicios públicos universales, accesibles y de calidad, y que se adopten soluciones para los colectivos más vulnerables.

Porque «si somos la mitad, la mitad es nuestra», como subrayó la anfitriona de los actos feministas, la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón.