La Consejería de Sanidad del Principado parece dispuesta a introducir un cambio histórico en las reglas del juego de los concursos de traslado. En el previsto para este año, ha planteado que la antigüedad no sea el único requisito para dar prioridad a unos candidatos sobre otros a la hora elegir la plaza en la que aspiran a recalar. Las autoridades sanitarias quieren que, para determinados puestos que exigen una singular especialización, sea posible "perfilar" la convocatoria. Dicho de otro modo: exigir a los aspirantes un determinado perfil de conocimientos que permita desempeñarlo con solvencia.
Esta novedosa medida fue puesta ayer sobre la mesa por los representantes del Servicio de Salud del Principado (Sespa) en la primera reunión mantenida con los sindicatos para discutir los términos del proceso de movilidad. El encuentro fue preliminar, y algunas organizaciones sindicales reprocharon la nula concreción de la Administración sanitaria, tanto en lo referido al número como a la identificación de las plazas.
La idea de perfilar algunos puestos afectaría tanto a los médicos de hospital como a las enfermeras de atención primaria. El Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) manifestó su conformidad con la propuesta relativa al estamento médico siempre que afecte a casos "excepcionales" y que las características exigidas no oculten favoritismos por unos profesionales en detrimento de otros, señaló Ángel Colmeiro, máximo responsable de atención especializada del SIMPA.
En cuanto a las enfermeras de atención primaria, la mayoría de los sindicatos no se pronunciaron al respecto. La única excepción fue Comisiones Obreras, que al término de la reunión difundió un comunicado en el que se manifiesta con rotundidad: "No vamos a aceptar ninguna plaza con un perfil determinado; las plazas son básicas y se puede trasladar a las mismas el estatutario fijo de todo el Sistema Nacional de Salud que tenga la misma categoría o especialidad".
Reivindicación antigua
La posibilidad de perfilar plazas, y de suprimir la antigüedad como único criterio de valoración entre candidatos, constituiría una novedad de notable magnitud.
La médula del asunto fue planteada en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA por Juan Luis Rodríguez Vigil, ex presidente y ex consejero de Sanidad del Principado, y Carlos Suárez Nieto, catedrático emérito y ex jefe de otorrinolaringología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en un artículo publicado el 8 de febrero de 2009. La cuestión central es la siguiente: "El sistema de traslados [se refería al que terminó llevándose a cabo en 2010] puede dar lugar a que un médico proveniente de un hospital donde las especialidades no tienen el mismo nivel de tecnificación que en un hospital de referencia ocupe un puesto de trabajo para el que no tiene cualificación suficiente (por ejemplo, hemodinámica, trasplantes, etcétera). Las consecuencias serán obvias: degradar la asistencia o duplicar el puesto, con el consiguiente incremento del gasto".
Esto es lo que quiere evitar el Sespa con su propuesta de singularizar los requisitos de algunas de las plazas incluidas en el concurso de traslado. Sucede en ocasiones que médicos más jóvenes están especializados en actividades complejas -particularmente las que se desarrollan en los grandes hospitales de la región, y sobre todo en el HUCA-, mientras que otros que acreditan más años de servicio no disponen de ese nivel de cualificación. Según Ángel Colmeiro, "estamos hablando, en todo caso, de situaciones muy concretas que no se dan en la mayor parte de los servicios".
Según algunas fuentes consultadas por este periódico, los representantes del Sespa también propusieron, con el mismo objetivo, una medida aún más audaz: que algunas plazas ocupadas por interinos muy cualificados queden excluidas del concurso de traslados, de manera que sus actuales ocupantes no sean desplazadas de las mismas.
Los desafíos de la Administración sanitaria consisten ahora en convencer a los sindicatos y en buscar el encaje jurídico de sus pretensiones.
