Las conexiones han cambiando completamente nuestro modo de vida en muchos aspectos. No solo en nuestra forma de acceder a la información y comunicarnos, sino que también han modificado los hábitos sociales y nuestras motivaciones a la hora de comprar. Como consecuencia de estos cambios en la sociedad y en el consumo, se han desarrollado también métodos de pago que permiten adquirir productos y servicios en cualquier parte del mundo desde la comodidad de la oficina o a través del teléfono móvil.

Como ocurrió cuando empezaron a utilizarse las tarjetas de crédito en los comercios físicos, algunos consumidores no se muestran demasiado convencidos al momento de introducir datos bancarios y personales en un formulario online. ¿Cómo se transmiten los datos bancarios entre la tienda virtual y mi cuenta? o ¿se guardará mi información de forma segura? son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen los usuarios de la Red.

Perder el miedo a los pagos online: encuentra alternativas de pago

La realidad es que evitar las compras por Internet no es una solución viable hoy por hoy, ya que cada vez son más los servicios que necesitamos adquirir a través de este medio. Por ello, lo mejor es que cada uno considere qué método le aporta una mayor confianza.

Una de las opciones cada vez más utilizadas son las tarjetas de prepago. A través de este método, el consumidor puede realizar pagos online de forma rápida y segura sin comprometer sus datos bancarios ni su tarjeta de crédito. Este tipo de tarjetas se cargan por el valor del importe deseado, por lo que se utilizan como si de dinero en efectivo se tratase, con la ventaja de que el portador podrá comprar en línea.

Otras opciones a las que recurren aquellos que no se atreven a pagar con tarjeta de crédito son el pago contrarreembolso, con el que se paga la compra cuando se recibe, y la transferencia bancaria online que normalmente puede realizarse desde un navegador o la app de tu banco.

Sea cual sea el método elegido, actualmente tanto portales y tiendas online como bancos y empresas de pagos ofrecen sistemas seguros, y abogan por desarrollar a diario tecnologías más protegidas y cómodas para los usuarios. Poco a poco, el miedo a comprar por Internet está más cerca de convertirse en algo del pasado.