La alfombra azul que recorrieron ayer los invitados a la ceremonia de entrega de los premios "Princesa de Asturias" fue protagonista de las escenas más glamurosas y más desenfadadas de la jornada. Parejas que no suelen aparecer en público mostrando su actitud más cariñosa, políticos haciendo "selfies" al público y mucho esfuerzo por ser la más guapa de la cita, con permiso de la Reina. Y, como Letizia, muchas asistentes apostaron por las faldas con volumen a partir de la cintura. Fue el caso de la actriz Maribel Verdú, una de las más estilosas de la jornada con su abrigo gris con hilos de lurex firmado por Dior, sus salones al tono de Manolo Blahnik, y su collar en rosa empolvado de Isidoro Fernández. Con el mismo corte pero con más volumen, gracias al tejido de tul y los juegos de transparencias, llegó la periodista Mariló Montero, sonriendo y posando ante todas las cámaras que inmortalizaban el momento.

La modelo Sandra Ibarra, confió de nuevo en Tot Hom, con un vestido de corte "new look" inventado por Dior en los 50 en rosa fucsia. El mismo color que escogió la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Fernández, para su vestido recto hasta la rodilla y escote a la caja en satén, que acompañó con unos salones de punta redondeada en nude y una torera de terciopelo negro. Su marido, fue uno de los más juveniles gracias al traje de pantalón pitillo y a una corbata fina en gris plata. Su compañero de partido y alcalde de Oviedo, Wenceslao López, se convirtió en uno de los más elegantes de la cita con su traje perfectamente adaptado al cuerpo, su camisa en un tono rosa y su corbata estrecha en granate. Eran sus primeros premios como Alcalde y dejó el pabellón alto.