Avilés, J. C. GEA

La fuerza del propio legado y el calor de la memoria de amigos y discípulos suplieron anoche en Avilés la imposible presencia del añorado Joaquín Rubio Camín en los dos actos que ponen término a la cadena de homenajes que, desde el pasado 11 de septiembre, conmemoran el que hubiera sido el octogésimo cumpleaños del artista gijonés, fallecido en diciembre de 2007. Dos exposiciones, una de obra propia -«Camín cercano», en el palacio de Valdecarzana- y otra colectiva de amigos, discípulos y admiradores -«Artistas con Camín», en la Casa municipal de Cultura- acercaron hasta Avilés los actos programados como parte del programa «Camín 80», que se ha desarrollado en los museos Barjola y Evaristo Valle, en la galería Cornión y en las mismas calles de Gijón, en las que Camín dejó una importante presencia de su escultura pública.

La primera de esas citas viene a enriquecer con la escultura en metal y las obras en papel la notable presencia de maderas de Camín en la villa del Adelantado; piezas públicas, como su «Tejo» (1986) en el parque de Ferrera, y la colección que alberga la Casa municipal de Cultura. Ahora, hasta el 28 de noviembre, el palacio de Valdecarzana exhibe «Camín cercano», una selección de piezas realizadas en este material entre 1971 y 2002, en las que se percibe el modo en el que el artista gijonés evolucionó desde la complejidad y los aspectos sensoriales del perfil en ángulo hasta la sencillez y el interés por aspectos más conceptuales.

Una veintena de amigos y admiradores han aportado su obra a «Artistas con Camín», una colectiva en la que la absoluta disparidad de géneros, soportes y supuestos estéticos queda unificada por el tema -el propio Camín- y la calidez del recuerdo. Javier Aleixandre, Melquíades Álvarez, José Arias, José Ramón Cuervo-Arango, Reyes Díaz, Ramón Isidoro, Gonzalo Juanes, Josefina Junco, Mingotes-Villemur, Pablo Maojo, Roberto Molinos, Marcos Morilla, Pelayo Ortega, Edgar Plans, Ramón Prendes, Fernando Redruello, Ramón Rodríguez, Verónica Rubio y Antonio Suárez. Todos evocan la persona, el entorno, la obra y el pensamiento de un artista irrepetible.