La Universidad de Barcelona se suma a la polémica de la Campa y pide respeto para Maya

Oviedo, E. G.

Los profesores del departamento de Prehistoria de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona han mostrado su apoyo a la figura del arqueólogo José Luis Maya, durante años director del plan de excavaciones de la Campa Torres, en Gijón. Algunos de los que fueron sus compañeros y discípulos hacen constar a través de una carta colectiva «la más enérgica repulsa a la campaña de difamación emprendida contra su memoria, preñada de mentiras y de tergiversaciones emanadas de un reducidísimo grupo de personas que en modo alguno representan el criterio científico de la inmensa mayoría de la comunidad académica».

La carta está firmada por el jefe del departamento, Josep María Gurt, y por la propia decana de la Facultad de Geografía e Historia, María Ángeles del Rincón Martínez. La defensa a José Luis Maya desde el departamento de Prehistoria de la Universidad catalana, en el que prestó sus servicios docentes e investigadores hasta su fallecimiento en junio de 2001, tiene que ver con la polémica surgida en Asturias tras la aparición de más de ocho mil piezas arqueológicas «de material selecto», según cálculo del Ayuntamiento de Gijón, almacenadas en 330 cajas en un sótano de la Campa Torres, producto de las campañas que en este yacimiento se realizaron en las décadas de los ochenta y noventa, dirigidas por Maya, primero, y por Francisco Cuesta, el actual director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, más tarde.

José Luis Maya alcanzó a ver publicada, muy poco antes de su muerte, su monografía sobre el poblado astur de la Campa, «El castro de la Campa Torres: periodo prerromano». Gurt y Ángeles del Rincón recuerdan que «las ideas vertidas en este libro y en anteriores trabajos de Maya sobre el yacimiento gijonés fueron objeto de opiniones divergentes entre algunas personas del entorno científico asturiano (?), pero pasar de estas discusiones científicas, lógicas y hasta enriquecedoras, a las descalificaciones personales y profesionales es un paso peligroso y de muy mal gusto».

José Luis Maya fue el alma de la Campa Torres. Tuvo mucho que ver en la inclusión del proyecto de musealización del yacimiento en el programa del Ministerio de Cultura, lo que desembocó en el reconocimiento de la zona como parque arqueológico natural.

La aparición de las piezas, «de las que el Ayuntamiento de Gijón no tenía ni registro ni inventario ni seguro», según fuentes municipales, se enmarca en la polémica surgida tras el nombramiento de Francisco Cuesta como responsable del Museo de Grandas en sustitución de Pepe el Ferreiro.