Madrid, Agencias

Los toros podrían convertirse en un bien de interés cultural (BIC). Es lo que solicitará a la UNESCO la Asociación de Presidentes de Plazas de Toros, como avanzó su representante, Luis Jesús Salvador Barquín, quien señaló que la fiesta nacional «cumple cuatro o cinco de los parámetros» exigidos para ello.

La nueva Asociación de Presidentes de Plazas de Toros es una entidad que, además de apostar por la declaración de la UNESCO, abogará en el próximo congreso, que se celebrará en octubre en Salamanca, por la puesta en vigor de un reglamento taurino único para toda España. Sobre esta cuestión, Conrado Escobar, consejero de Administraciones Públicas de La Rioja, afirmó que su Gobierno tiene «disposición total de hacer un único reglamento», y explicó que el nacimiento de la asociación «responde a una petición largamente demandada por parte de la afición».

Este mismo deseo lo tiene la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (Feaav), que solicitará al Gobierno y al resto de grupos políticos la consideración de los festejos taurinos como bien de interés cultural y turístico, a partir de su reciente prohibición en el Parlamento catalán.

La Federación se basa para ello en los cerca de 2.500 millones de euros que se mueven en España gracias a la fiesta de los toros, algo que hace «necesaria» la protección de las corridas de toros como patrimonio nacional.

Los políticos también se están moviendo. El vicesecretario general de política autonómica y local del PP y el presidente del partido en Andalucía, Javier Arenas, anunció que su partido presentará iniciativas no sólo en el Parlamento andaluz, sino también en los ayuntamientos de la comunidad, para que la fiesta de los toros sea declarada de interés cultural, y tachó de «barbaridad, error y torpeza» su prohibición en Cataluña, lo que, a su parecer, supone «un ataque a la libertad».

Asimismo, la portavoz del Partido Popular en el Parlamento andaluz y alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, aseguró que «los toros sufren y se prohíben las corridas en Cataluña», pero «los fetos humanos sufren y se permite el aborto». La dirigente popular reconoció que no le gustan los toros por considerarlo un espectáculo «fuerte y duro», pero tampoco la hipocresía, «y menos en política, con decisiones fingidas adoptadas por conveniencia y no por convicción»

Por otro lado, la eurodiputada Bernadette Vergnaud manifestó que lo ocurrido en Cataluña supone el ejercicio «de la mayor dictadura jamás conocida» y advirtió de que si no se producen reacciones, las subvenciones del Parlamento europeo para la protección del medio ambiente y la biodiversidad en España pueden correr peligro.

A pesar de todo, los defensores de los animales siguen su lucha y ahora solicitan a la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid la prohibición de las becerradas anunciadas para este verano por el «cruel trato» que se da a las vaquillas.