Científicos de Conservación Internacional (CI) y del Grupo Especialista en Anfibios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza han organizado una búsqueda por 14 países de anfibios que se creían extinguidos pero de los que hay indicios de que puedan estar resistiendo, como el sapo dorado, el sapillo pintojo de Israel o el sapo escarlata. Los expertos explican que el principal problema de los anfibios -un tercio de ellos están en peligro de extinción- es la pérdida de su hábitat ya que los bosques están despejados y los pantanos secos. No obstante, este estudio se centra en las «muchas especies» que han caído presas de la enfermedad fúngica «chytridiomycosis» que se transmite por el agua. «Aunque algunas especies son inmunes, el hongo borra a otros de repente. El sapo dorado de Costa Rica fue de la abundancia a la extinción poco más de un año», señala el líder de la investigación, Robin Moore, que afirma que encontrar algún especimen aún vivo sería «un golpe maestro». Los investigadores se basan en la aparición de historias sobre personas que han encontrado anfibios que se pensaba que se habían extinguido.