El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, dijo ayer que el Gobierno "no piensa paralizar" la implantación de la LOMCE, porque eso sería crear "incertidumbre", y anunció que hablará personalmente de manera "inmediata" con todos los consejeros autonómicos para aplicarla "lo mejor posible". Según el Ministro, España tiene tres grandes problemas: la financiación autonómica, la justicia y la enseñanza, que "tenemos que resolver entre todos". Su intención es escuchar a todas las autonomías y, cuando "sepa sus preocupaciones y deseos", hacer una propuesta en la Conferencia Sectorial.