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Rosa Vázquez, en El Acebo, con una olla de garbanzos.

Comidas y bebidas

Londres, el Desarme y los cucharones

Los ingleses no saben lo que son los garbanzos. Incluso podrían asustarse si los ven nadando en una olla entre espinacas y bacalao. Por ese motivo, Ibérica Farringdon, uno de los restaurantes que se dedica a divulgar la culinaria española en la capital del Reino Unido, pondrá el próximo lunes una pica en Flandes con una cena del Desarme. La cadena de restaurantes, que asesora Nacho Manzano, acompañará los garbanzos, el bacalao, las espinacas, los callos, etcétera, con una cata de sidras dirigida por Juan Luis García, sumiller de Casa Marcial, el dos estrellas Michelin de La Salgar. La cata se repetirá durante los días 20 y 21 de octubre en los otros dos establecimientos londinenses de la firma, en Marylebone y Canary Wharf.

Nadie en su sano juicio podría haber asociado jamás los garbanzos con Farringdon y la sidra asturiana con Marylebone, y, sin embargo, el mundo global en el que vivimos ofrece este tipo de circunstancias. Sí, donde les digo, en la elegante Marylebone High Street, a un paso del paraíso vintage de Church Street, cerca de la Wallace Collection, la mayor colección privada de arte del mundo, donde a uno le esperan obras de Tiziano, Canaletto, Rubens, Rembrandt, Velázquez o Gainsborough. ¿Quién se podría imaginar allí a alguien tirando culetes de sidra? Ya ven.

El pasado miércoles, en el restaurante El Acebo, la asociación de hosteleros presentó el Desarme de Oviedo que se prepara ya para sus diez mil menús diarios, según los cálculos de su presidente José Luis Álvarez Almeida. La cofradía agrupada en torno a la tradicional comilona de los garbanzos, el bacalos, las espinacas y los callos nombrará, a su vez, este mediodía a los nuevos cofrades de honor: la Asociación Cocina Económica; Carme Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo y colaboradora de LA NUEVA ESPAÑA, y Antonio Virgili, director de la TPA.

Buen guiso marinero. Una comida en Casa Gerardo para presentar a los "Cucharones del buen guiso marinero", que concede anualmente la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar, sirvió ayer para confirmar la buena forma en que se encuentra Marcos Morán, y comprobar, a su vez, que Paco Roncero, chef mediático de La Terraza del Casino de Madrid, mantiene con el teléfono una fijación que supera cualquier expectativa de poder comunicarse con sus prójimos de manera diferente.

Otro de los distinguidos con el Cucharón del buen guiso marinero, el santanderino José Miguel Gómez García, del Restaurante Cantábrico, de Santo Domingo, explicó que echa de menos la materia prima de su tierra, el contacto con la lonja. No obstante, la fabada sigue siendo, según él, uno de los platos españoles que más sirve en su popular y concurrido establecimiento de la República Dominicana.

Son ya treinta las ediciones de los premios de la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar. Los cucharones empezaron siendo regionales. Más tarde se amplió la nómina de los premiados, nacionales, internacionales... En la actualidad se podría decir que están casi todos los que son entre los que figuran como distinguidos: Santi Santamaria, Ferran Adrià, Joan Roca, Pedro Subijana, Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Carme Ruscalleda, y entre los asturianos, Pedro Morán, Nacho Manzano, Luis Alberto Martínez, José Antonio Campoviejo, Marcelo Conrado, Miguel Ángel Loya, etcétera.

El buen guiso marinero realmente lo ofreció Marcos Morán con un caldito supremo de quisquillas, alcachofas y hongos; la cococha planctónica; un salmonete con coliflor para dar saltos de alegría, y un calabacín con anguila y mole de castaña que no resultará fácil de olvidar.

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