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Manuel Díaz-Faes González. A la izquierda, portada del libro.FERNANDO RODRÍGUEZ

El Trasgu enseña lengua española

El profesor asturiano Manuel Díaz-Faes y la checa Ludmila Mlýnková publican un libro de aprendizaje del castellano centrado en la mitología y la cultura de Asturias

Poco imaginaba Manuel Díaz-Faes González que su estancia como lector de español en la República Checa en el curso 1996-97 se traduciría, diez años después, en la publicación de un libro sobre la mitología y la cultura asturiana dirigido a los checos interesados en el aprendizaje del español. "El Trasgu y sus amigos ¡Bienvenidos a Asturias!", editado por Edika, del grupo Albatros, es una obra conjunta, realizada en castellano y checo por Ludmila Mlýnková, profesora del departamento de Español de la Escuela de Economía de la República Checa (USE) y miembro de la Asociación de Profesores de Español del citado país, y el citado Díaz-Faes.

Licenciado en Filología Española por la Universidad de Oviedo y en la actualidad profesor del Instituto Río Nora de Siero, Manuel Díaz-Faes llegó a la República Checa con tan sólo 26 años. Hablaba bastante bien inglés -había hecho un curso "Erasmus" en Londres- e italiano, se defendía algo en alemán y en francés, pero durante dos largos meses apenas pudo hablar con nadie fuera de los centros educativos en los que trabajó. Eran los primeros e ilusionantes años del poscomunismo, con Václav Havel de presidente del nuevo país, antes Checoslovaquia. "La gente de mediana edad hablaba ruso, los mayores alemán y los jóvenes comenzaban entonces a interesarse por el inglés. Al principio fue duro, pero estas experiencias al final siempre son positivas", afirma.

Otra de las sorpresas fue que su primer trabajo como lector de español fue en la Escuela Superior de Economía, impartiendo Marketing y Turismo. Los últimos meses alternó estas clases con otras en la Facultad de Filología de la Universidad de Karlova.

"Allí conocí a gente genial. A Alejandro, un espía comunista en México, que hablaba perfectamente nuestra lengua; a una bisnieta del pintor decorativo checo Alfons Mucha, que tenía un abuelo de la cuenca minera asturiana", explica.

Y, sobre todo, Manuel Díaz-Faes trabó amistad con Ludmila Mlýnková y Olga Macikova, las mejores especialistas en lenguaje económico español de la República Checa. Con ellas público el libro "Ocho mil ejercicios de español para checos" y en la actualidad corrigen un diccionario audiovisual. "Ludmila Mlýnková es una enamorada de España y de Asturias y siempre le interesaron los seres mitológicos de nuestra tierra, tal vez porque en la República Checa no tienen. Ahí nació la idea del libro para aprender español", apunta.

Díaz-Faes, autor de la mayoría de los textos, presenta a cada uno de los seres mitológicos en un pequeño texto, "jugando con la imaginación y la realidad". Con mucho humor y teniendo siempre presentes los fines didácticos y pedagógicos, introduce mucha información sobre Asturias, su historia y su cultura, con ejercicios prácticos, vocabulario propio de la tierra y algunas palabras en lengua asturiana.

"He tratado de acercar la realidad cultural asturiana de otra manera, tratando de desmitificar esa idea que se tiene fuera de que España es sol, paella, flamenco y el Quijote", subraya.

Las ilustraciones son de Jaroslava Kucerová. Díaz-Faes trabajó durante un año en el proyecto. "Corregíamos, hablábamos y cambiábamos impresiones en la red. El pasado verano Mlýnková vino a Asturias y lo dejamos listo para editar".

En su currículum también figura un máster de Artes en la Universidad de Ottawa (Canadá), en la que también dio clases de español. Y dos premios nacionales, en ambos casos como miembro de un grupo de trabajo de profesores de estimulación a la lectura y creación literaria: el "Giner de los Ríos" y el MEP (Mejora de la Escuela Pública).

En Asturias, comenzó impartiendo clases en el ovetense colegio Santo Ángel y, tras aprobar las oposiciones del año 2004, ha recorrido media Asturias como profesor interino: Degaña (tres cursos), Tineo, Avilés, su Oviedo natal y, en la actualidad, Siero.

"La educación tendría que ser mucho más valorada, la formación es la base de cualquier sociedad que aspire a ser la mejor. Los premios Nobel, los grandes investigadores o pensadores llegan a ser grandes porque se han formado bien, han ordenado bien su cabeza. No sólo hay que empollar, que también, hay que saber leer e interpretar un texto", dice.

Díaz-Faes imparte clases a alumnos de primero de la ESO y primero de Bachillerato. "No tenemos tiempo material para hacer todo lo que se espera de nosotros. La gente piensa que sólo damos clase, pero hay que prepararlas, hay que gestionar, hay que cubrir papeles, hay que corregir exámenes. Además soy tutor, he de preocuparme de los alumnos uno a uno. No se suele ver todo lo que hay detrás", apunta.

Entusiasta de su profesión, disfruta con los estudiantes, pero eso no le impide ver que cada día es más difícil captar su atención. "Hay quien dice que los chavales no piensan, yo creo que piensan mucho, pero les falta capacidad de análisis y reflexión. Cuando entienden la complejidad de lo que les cuentas o de lo que leen, y crean algo, lo disfrutan. Pero atraerles con textos literarios no es fácil porque no tienen cultura lectora", explica.

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