Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jon Bilbao, con la isla de Estrómboli al fondo.

JON BILBAO | Escritor asturiano, publica el libro de relatos "Estrómboli"

"Empecé a escribir para evadirme de la Ingeniería, que me fue más útil que la Filología"

"Me gustan los lectores dispuestos a dejarse sorprender y con la inteligencia necesaria para terminar de construir el significado de los textos"

Oviedo, Tino PERTIERRA

Jon Bilbao (Ribadesella, 1972) se ha ganado libro a libro el derecho a ser considerado uno de los mejores escritores españoles del panorama actual. Pisó fuerte en el terreno de los relatos: "Como una historia de terror" (Premio Ojo Crítico), "Bajo el influjo del cometa" (Premio Tigre Juan, Premio Euskadi) y "Fïsica familiar". Y en el de la novela: "El hermano de las moscas", "Padres, hijos y primates", "Shakespeare y la ballena blanca". Es, además, un traductor de reconocido prestigio. Con "Estrómboli" (Impedimenta) navega de nuevo por la aguas turbulentas del cuento.

-¿Qué tiene el relato que le falta a la novela?

-Ser una obra que se puede disfrutar en una única sesión de lectura, lo que permite apreciarla de forma unitaria.

-¿Qué le ha sido más útil, estudiar Ingeniería de Minas o Filología Inglesa?

-Empecé a escribir para evadirme de la Ingeniería, así que supongo que la Ingeniería me ha sido más útil.

-Arranca en Reno con su primer relato. ¿El extranjero aclara las ideas?

-Y te da otras nuevas.

-¿Cuándo viaja siempre lleva un cuaderno a mano?

-Sí, aunque lo uso menos de lo que se puede esperar. Me sirvo más de los recuerdos que de las anotaciones.

-¿La inspiración le pilla mejor observando o imaginando?

-Trabajando.

-En una historia el protagonista ve acercarse a un motorista con feas intenciones. Y corta. ¿Le gusta sorprender al lector o le pone deberes?

-Ambas cosas. Me gustan los lectores dispuestos a dejarse sorprender y con la inteligencia necesaria para terminar de construir el significado de los textos.

-¿De qué cuentista, vivo o muerto, le gustaría recibir un elogio?

-De James Salter.

-¿La telerrealidad supera cualquier ficción?

-Sin ninguna duda, no.

-¿Un sacrificio es un arma de doble filo?

-Sí, demasiadas veces.

-¿Cuál es su perturbación favorita?

-La adicción al trabajo.

-¿Existe el relato perfecto?

-No hay ninguna creación artística perfecta.

-El hipercrítico escritor Alberto Olmos dice que en España hay dos escritores reconocibles como tales: usted y Óscar Esquivias.

-Supongo que significa que a Esquivias y a mí nos gusta más escribir que ser escritores, y que a Olmos le gusta lo que hacemos. De todos modos, Olmos exagera.

-¿Detrás de un desencuentro siempre hay una tragedia o es al revés?

-Es impredecible, me temo.

-¿La peor violencia suele ser subterránea?

-Por suerte, no he sido víctima muy a menudo de la violencia, así que no puedo afirmarlo. Desde el punto de vista narrativo, la violencia subterránea es más efectiva.

-¿El volcán es la mejor imagen de un conflicto profundo?

-Es sólo una de las imágenes posibles.

-¿El optimismo es el consuelo de las víctimas?

-O el poder de los ganadores.

-¿Se documentó sobre los bajos fondos de San Francisco o lo vivió de primera mano?

-Al director de un negocio de limusinas ilegales que aparece en "Siempre hay algo peor" lo conocí en persona, pero apenas fue un atisbo de los bajos fondos de san Francisco.

-¿Prefiere dejar al lector conganas de más?

-Hay que dejar al lector satisfecho pero con ganas de seguir leyendo.

-¿Ver a Vargas Llosa en el Hola le entristece o nada de lo humano le resulta ajeno?

-Mucho de lo humano me resulta ajeno. El "¡Hola!" prefiero ignorarlo, y desde hace tiempo a Vargas Llosa también.

-¿Le divierten las comparaciones con otros escritores, en los que seguramente no ha pensado como autor?

-Me divierten y me alegran porque son indicativas de que el lector se ha quedado pensado sobre el relato.

-Hay bastantes autores asturianos jóvenes de renombre pero cada uno va por libre. ¿Se identifica con ese espíritu escasamente gregario?

-Al cien por cien.

-¿Ser traductor le ayuda con sus propias creaciones?

-Aumenta el nivel de autoexigencia.

-¿Cuál es el último paisaje donde encontró una historia?

-La isla griega de Zante.

-Una fácil para terminar. En estos tiempos, ¿escribir para qué?

-Podría dar muchas respuestas pero la más sencilla es la más sincera: porque me hace sentir bien.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.