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Un camino entre pucheros

Fabes con chipirones en Las Mestas

María Ángeles Aller y José Manuel Sierra están al frente del restaurante Casa María Luisa, en Cangas del Narcea, donde manda la cocina tradicional asturiana

José Manuel Sierra y María Ángeles Aller, junto a la pequeña capilla local. ANA PAZ PAREDES

Cuando se anda por la caleya buscando paisajes que nos conquisten, siempre resulta muy gratificante, y aún más llegado el tiempo del frío y la lluvia, entrar en un barín de pueblo y que, además de oler a cocina casera rica y familiar, se sienta en uno de sus rincones el calor de una chimenea encendida. Eso sucede en un local hostelero que se asoma a la carretera en la localidad de Las Mestas, apenas a siete kilómetros de la capital del concejo, Cangas del Narcea. Se trata del restaurante Casa María Luisa, al frente del cual está el matrimonio formado por José Manuel Sierra González y María Ángeles Aller García.

Recuerda el primero, con cariño, que todo comenzó con Benito y María Luisa, sus padres, "que allá por 1956 abrieron un bar-tienda, algo propio de aquella época. En el año 1990 lo cogimos nosotros y, tras hacer unas obras de reforma, nos pusimos al frente. Cuando abrieron mis padres había aquí mucha actividad minera y la buena mano para la cocina de mi madre enseguida se hizo popular tanto entre los trabajadores como entre los vecinos, que se convirtieron en asiduos. El primer plato que cocinó con gran éxito fueron las truchas", recuerda él con cierta emoción.

Sin duda que aquella mujer encontró en su nuera, la riosellana María Ángeles Aller, la mejor de las continuadoras, pues igualmente sabias son sus manos al frente de una cocina donde, sin duda, lo que priman son los platos tradicionales asturianos, que no tienen secreto para esta mujer de voz suave y fino sentido del humor.

En Casa María Luisa, edificio que comparte espacio con la pequeña capilla de San Antonio y el río Naviego, que se asoma en el paisaje a sus ventanas, existe un menú de lunes a viernes por 12 euros, que asciende a 17 euros llegado el fin de semana por contar con platos más especiales. A elegir entre cuatro o cinco primeros y cuatro o cinco segundos, con unas elaboraciones que no son fijas sino que cada día van variando. "Yo cocino un poco de todo, pero la cocina tradicional asturiana es mi fuerte; los platos de cuchara, los arroces, la caza. No lo tenemos todo siempre sino que cada día lo vamos variando, por lo que quien quiera asegurarse qué hay de menú el día que sea no hay problema en que nos llamen y nos pregunten", recuerda. Entre todo lo bueno y rico que se puede comer aquí están el pote de berzas, el de fréjoles, fabes con chipirones y almejas, entremeses variados, lentejas estofadas, guisantes con jamón, truchas fritas con jamón, costillas adobadas, patatas rellenas de carne, cachopo tradicional, caldereta de cordero, cordero asado, chuletillas de cordero, jabalí guisado y una estupenda ensaladilla que también le da mucha fama y que tiene todo el año. Por encargo realiza todo tipo de arroces, como el que hace con butiecho, con jabalí, con pescado y marisco o con verduras. También por encargo elabora corzo guisado, fabes con jabalí y perdiz con verduras. Entre los postres, todos caseros, a destacar los borrachinos, el flan, el arroz con leche y el requesón.

Tiene un comedor para veinticuatro personas mientras que otras dieciséis son las que en el chigre disfrutan de la chimenea. También preparan menús para grupos. El fin de semana conveniente reservar en el 985811143. Hay aparcamiento.

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