La celiaquía afecta al 1% de la población española aproximadamente. Sin embargo se estima que ni el 20% de los celiacos están diagnosticados. Si llevamos estos datos a las cifras del Principado de Asturias, nos encontramos con que más de 10.000 personas son celiacas en nuestra comunidad aunque (redondeando) sólo unas 2.000 estarían diagnosticadas.

¿Por qué no hay más diagnósticos? Porque la celiaquía no es sólo una enfermedad con manifestaciones digestivas y no afecta sólo a los niños. Más bien al revés. Los adultos celiacos manifiestan otro tipo de problemas que muchas veces no se asocian a la celiaquía. Sólo un conocimiento profundo de la enfermedad celiaca por parte de nuestros médicos y tenerla siempre en mente puede ayudar a acabar con este infradiagnóstico y con sus consecuencias.

Y es que la celiaquía es una enfermedad autoinmune y sistémica provocada por una intolerancia permanente al gluten que se da en personas con predisposición genética. Cuando un celiaco ingiere gluten provoca en el sistema inmunológico una serie de mecanismos de defensa que acaban dañando las vellosidades intestinales pero también otros órganos.

Algunos de estos síntomas deben hacer pensar a nuestros médicos y a nosotros mismos, que quizás tengamos un problema con el gluten.

1-Crecimiento. La celiaquía aparece en cualquier momento de la vida y en niños es más fácil de diagnosticar porque es mucho más conocida por los pediatras. Si un pequeño tiene problemas de crecimiento, no coge peso, tiene diarreas, la tripa hinchada y se irrita con facilidad, quizás sea celiaco. Si además en la familia hay algún celiaco ya diagnosticado, es mejor consultar con el médico.

2-Enfermedades autoinmunes. La celiaquía es autoinmune, es decir, nuestro propio organismo a través de nuestro sistema inmune nos ataca cuando ingerimos gluten pensando que éste es un enemigo. Es decir, que nuestro sistema inmunitario se confunde€ Pero hay muchas más enfermedades autoinmunes y algunas fuertemente relacionadas con la celiaquía. Una diabetes, un hipotiroidismo de Hashimoto incluso una hepatitis autoinmune, pueden estar causadas por una celiaquía sin diagnosticar y las personas que tienen estas patologías se consideran grupo de riesgo de celiaquía.

3-Problemas ginecológicos. Cuando una mujer sufre abortos de repetición, o tiene problemas de fertilidad sin una causa médica conocida, detrás de esto también puede haber una celiaquía. Además ésta también provoca menopausias tempranas y problemas en la menstruación. En cuanto a los hombres, éstos también pueden presentar problemas de infertilidad.

4-Anemia ferropénica. Dicen los expertos que es la manifestación extradigestiva más común de la celiaquía. Como nuestras vellosidades pueden estar lesionadas, éstas no absorben el hierro por muchas pastillas que tomemos, así que presentaremos siempre niveles bajos de hierro. También es frecuente tener el calcio bajo, la vitamina B12 o incluso el ácido fólico.

5-Dermatitis. La celiaquía también afecta a la piel causando un montón de problemas o patologías, desde la dermatitis herpetiforme que es ni más ni menos que la expresión de la celiaquía en la piel, hasta algunos tipos de alopecias o incluso psoriasis.

6-Diarreas, estreñimiento y otros problemas digestivos. Es un cuadro curioso pero muy habitual según los expertos. Los celiacos sin diagnosticar pueden sufrir episodios de estreñimiento alternados con episodios de diarreas sin ningún tipo de explicación aparentemente. Si tienes estos problemas, consúltalo a tu médico. Además es muy habitual sentirse hinchado, tener reflujo, digestiones pesadas y lentas€

7-Aftas bucales. Son esas heridas que aparecen en las encías y en el interior de las mejillas que aparecen y desaparecen pero que tienen una causa muy clara en muchas ocasiones: celiaquía.

8-Cansancio. Dolor crónico en todo el cuerpo y cansancio€ normalmente cuando después de pruebas y pruebas no se encuentra el origen que provoca estos síntomas, suele aparecer el diagnóstico de fibromialgia. En los últimos años se está comprobando que la fibromialgia puede guardar relación con la celiaquía o la sensibilidad al gluten no celiaca y que con una dieta sin gluten los síntomas pueden mejorar.

9-Síndrome de Down. Las personas con síndrome de down constituyen uno de los grupos de riesgo de celiaquía más importantes y es que es muy frecuente que sean celiacos, por lo que independientemente de que presenten síntomas o no, es recomendable realizar las pruebas de la celiaquía para descartarla o estar atentos a un posible desarrollo de la misma.

10-Familiares directos. La celiaquía requiere de predisposición genética para desarrollarse. Normalmente los genes del sistema HLA, DQ8 y DQ2 son los más frecuentes, pero a día de hoy se sabe que muchos otros están involucrados en este proceso. Por eso cuando llega un diagnóstico de celiaquía a una casa, el profesional de la salud debe pedir pruebas al resto de la familia (así lo establece el Protocolo de Diagnóstico Precoz). Y es que heredamos el riesgo a desarrollar la celiaquía y ésta además de manifestarse de todas estas formas (y alguna más) también puede que no se manifieste, que el gluten no nos provoque síntomas aunque sí lesione nuestro intestino. Son los llamados celiacos asintomáticos y necesitan el mismo tratamiento, dieta sin gluten estricta y de por vida.

Que aumenten los diagnósticos es fundamental para evitar complicaciones en esos pacientes que conviven con una enfermedad autoinmune sin saberlo. Las complicaciones pueden ser a la larga graves por eso tan importante como acabar con el infradiagnóstico es realizar la dieta correctamente.

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