Acompañado por su esposa, Mercedes Fernández-Cueto, y rodeado de algunos de sus discípulos en la Universidad de Oviedo, el maestro de musicólogos Emilio Casares recogió ayer los atributos de la distinción "Asturiano del mes" que, correspondiente al mes de enero, le concedió LA NUEVA ESPAÑA. Un reconocimiento a su extensa labor como padre de la musicología en España, y que Casares recibió con la misma serena humildad con la que supo vencer las sucesivas trabas culturales y administrativas hasta lograr introducir la Musicología en las universidades españolas.

"La música me ha divertido toda mi vida, me premian por hacer lo que me gusta. Esto que la gente llama trabajar, para mí era como ir a jugar al golf. La vida ya me ha compensado, por lo que estoy abrumado", afirmó Casares, nacido en León en 1943 pero muy ligado a Oviedo y a su Universidad, en la que inició su brillante trayectoria científica y desde la que comenzó a elaborar el fundamental "Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana".Musicología y cultura musical

Acompañaron a Emilio Casares en la recogida de la distinción tres de sus más destacados discípulos asturianos: Ramón Sobrino, María Encina Cortizo y Ángel Medina. Todos ellos aplaudieron la concesión de un reconocimiento que sirve para reivindicar la aportación de Casares no sólo a la disciplina científica de la Musicología, sino también a la cultura musical de la capital asturiana.

"Oviedo es lo que es musicalmente, en gran medida, por lo que Emilio Casares hizo por esta ciudad", refrendó Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA, al entregar al musicólogo los distintivos que le reconocen como "Asturiano del mes": la portada personalizada del diario, la estela diseñada por el artista José Manuel Legazpi y la caricatura de Pablo García. "Es la tercera caricatura que me hacen en este periódico, y guardo con cariño las otras dos. Pero ésta es especial", señaló el musicólogo, al tiempo que su esposa anticipaba que "ocupará un lugar de honor en nuestra casa".

Este premio, según reveló el musicólogo, llega en un momento especialmente oportuno, toda vez que tiene en imprenta el primer tomo de su "Historia de la Ópera en España", un monumental estudio de 900 páginas.