Escuchar la música de los vinilos tiene una magia especial y aquellos que coleccionan casetes se consideran unos nostálgicos. Lo cierto es que 433.000 discos en vinilo se vendieron en 2016 en España, un 19,6% más que el anterior año, según el informe anual de Promusicae, la Asociación de productores de música de España. A pesar de estas buenas noticias para los amantes de los elepés, estos discos han sufrido una ligera bajada en el formato físico desde que, en 2015, el mercado digital alcanzase al físico. En cuanto a los casetes, prácticamente habían desaparecido hasta su nuevo resurgimiento en 2016, aunque sus ventas no se contabilizan en la lista oficial de la entidad que gestiona el control de la industria por su escasa producción.
"La gente volvió a la magia de escuchar vinilos", afirma Alberto Izquierdo, de la tienda de discos ovetense especializada en elepés Discos Alta Fidelidad. Dentro del mercado físico, el vinilo es el único formato que aumentó sus ventas. Existen varios factores que lo explican: "Se escuchan mejor que los CD y los prefieren por la forma de escuchar la música de hace 25 años", asegura Alberto Izquierdo.
Existen opiniones discordantes sobre las cifras del informe de Promusicae. Pablo Fernández, del sello musical "Discos Humeantes", asegura que "el vinilo ha aumentado sus ventas porque simplemente ahora las multinacionales han comenzado a vender elepés, es pura propaganda", y añade "el problema del soporte digital es que cada vez se normaliza más y crece para las empresas, pero lo que pagan al artista es una ridiculez". Los expertos asturianos pertenecientes a las Ferias del Disco en Asturias consideran que la venta de vinilos se debe más al coleccionismo: "Venimos de unos 15 años que los vinilos casi habían desaparecido y como se vuelven a fabricar se vuelven a vender. Desaparecieron como formato tanto el vinilo como el casete y el CD porque el formato digital es más cómodo".
El éxito de "Guardianes de la galaxia", cuya secuela se estrenó la pasada primavera, y de la serie "Por trece razones" han ayudado a la recuperación de otro formato musical reconocido y olvidado de hace años: las viejas cintas de cromo, que son elementos clave tanto en el filme como en la ficción televisiva. En 2016 se solicitaron 422 casetes a la empresa británica Fairview Duplication y, según las cifras aportadas por la compañía, en sólo cinco años se han incrementado las ventas en un 363%. En España, donde no existe una fábrica de este tipo, se requirieron unos 42 títulos.
"Los casetes están obsoletos", sostienen desde el sector de las Ferias del Disco en Asturias porque "se venden por el hecho del objeto y no por el audio". Los nostálgicos acuden a las tiendas en busca de sus grupos favoritos, como "The Rolling Stones". Al igual que los vinilos volvieron con fuerza no por ser un artículo "vintage", sino por su sonido, el tema de los casetes sí es "retro", a juicio de Alberto Izquierdo. "La moda de los casetes no durará por mucho tiempo", reiteró.
Las últimas generaciones musicales también se animan a producir sus canciones en elepé. "Stormy Monkeys" acaba de publicar un Compact Vinyl, un formato único que, por un lado, contiene una canción en vinilo para escuchar en un tocadiscos, y por el otro lado, se encuentra el CD para escuchar en un reproductor normal.
"A la gente le gusta el sonido de los vinilos y para ellos son importantes los formatos físicos. Es coleccionismo porque no dejan de ser objetos bonitos, dan una especie de conexión con la música", afirma Jorge Otero, cantante del grupo folk y rock. Asegura que merece la pena, pero que la producción de un vinilo es muy complicada: "Los plazos de espera duran meses porque es un formato novedoso, caro y, sobre todo, lento".
Las suscripciones en "streaming" alcanzan los 62 millones de euros en total, un número casi equivalente a los 63 millones de euros que suponen las ventas físicas, incluyendo los elepés, CD, DVD, sencillos y otros formatos. Y el mercado digital se colocó en 2016 por encima de los físicos, con un 13,8% más que el año anterior.
De las dos modalidades de "streaming" más extendidas -el sistema de pago y el que sobrevive gracias a la publicidad- se impone el modelo de pago, que cuenta con más de un millón de suscriptores en España, a través de plataformas como Spotify, Apple Music, Google Play... También aquel que se financia exclusivamente por la publicidad ha aumentado sus beneficios considerablemente, seguido por las descargas de Internet y los productos agregados a los teléfonos móviles.