Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí. La filosofía de Confucio guía el proyecto "Pilpayu", una propuesta educativa del arquitecto sierense Fermín Blanco -impulsor de Sistema Lupo- realizada en colaboración con diferentes equipos e instituciones asturianas, para crear una red de talleres educativos basados en la arquitectura como eje central. El objetivo del proyecto es profundizar en el conocimiento del entorno inmediato a través del estudio de nuestra historia y nuestro patrimonio construido, indica Blanco.
El juego y el trabajo en equipo son la base del proyecto, cuenta el joven arquitecto, con una metodología basada en una didáctica con bloques donde la teoría y la práctica se dan la mano en unas sesiones que favorecen a partes iguales el aprendizaje con prácticas lúdicas. "Pilpayu" inició hace pocos días en Cangas del Narcea el recorrido que seguirá en varias localidades asturianas a través de museos, centros culturales y centros educativos, tratando de nutrirse de los contenidos específicos de cada centro y generando dinámicas de transferencia de conocimiento desde los equipos de investigación a la sociedad.
La última de las sesiones, para terminar el año, el pasado fin de semana en el Centro del Prerrománico de Oviedo, ha permitido dar a conocer al público asturiano la fabricación propia y artesanal, que es una de las bases sobre las que el equipo de Sistema Lupo fundamenta su actividad, y dadas estas fechas en las que a los pequeños se les colma de regalos a veces de manera desmedida, se consideró que podía ser el momento ideal para organizar un taller en el que detenerse a valorar cómo se fabrican objetos cotidianos que usamos y que los niños pudieran fabricarlos con sus propias manos. Y no sólo eso. Cada familia pudo llevarse su propio juego de construcción.
La herramienta que promueve Sistema Lupo favorece el empoderamiento infantil, cuenta Blanco, y además mejora la autoestima de los pequeños, les permite asumir la derrota y gestionar la frustración, al tiempo que potencia el trabajo en equipo, y mejora las competencias y habilidades de manera lúdica. Y todo ello con distintos tamaños de piezas fabricadas en diferentes materiales por talleres nacionales y artesanos locales, que es parte de la filosofía de sostenibilidad y consumo de proximidad de Sistema Lupo.
Los ya casi pequeños canteros en que se han convertido los participantes en estos talleres tuvieron oportunidad de sumergirse en la arquitectura del Prerrománico y todo lo que la rodea. El taller sirvió para presentar la programación para el inicio de 2018 del proyecto "Pilpayu", con actividades enfocadas a trabajar conceptos más abstractos como la escala, la armonía y la composición, a través del juego, para acercarse a las matemáticas, la naturaleza e, incluso, la música. En ellos, los participantes pueden desarrollar su propio proyecto de arquitectura.