Con menos pompa de la habitual -se suprimió el tradicional besamanos- y un ojo puesto en el Congreso de los Diputados ya que simultáneamente se votaba la moción de censura, los Reyes cumplieron con la ceremonia de recibir en el Palacio de El Pardo a los Patronos de la Fundación Princesa de Asturias (FPA), que entregaron a los monarcas la memoria anual de las actividades desarrolladas en 2017, que incluye información sobre la situación financiera y patrimonial de la misma.

Fue ésta la primera reunión anual en la que el nuevo presidente de la FPA, el oftalmólogo asturiano Luis Fernández-Vega, ejerció su nuevo cargo. Fernández-Vega accedió a la presidencia el pasado 3 de abril en sustitución de Matías Rodríguez Inciarte, que ayer recibió de manos del Rey la Gran Cruz de Isabel la Católica por su labor al frente de la Fundación los últimos diez años. Además, Felipe VI impuso la insignia de patrono emérito a Santiago Rubio Sañudo, tras alcanzar los 75 años que fijan como límite los estatutos de la Fundación para permanecer en el Patronato. La de ayer fue también la primera reunión en la que participaron Gonzalo Urquijo y Teresa Sanjurjo como miembros del patronato de la Fundación a título personal.

Las cuentas presentadas por el Patronato volvieron a avalar la autosuficiencia financiera. Sus gastos ascendieron a 5.453.301 euros y sus ingresos fueron de 5.496.064, manteniendo su patrimonio neto de 31,6 millones de euros. El 73% de los gastos se dedicaron a la convocatoria y ceremonia de los premios "Princesa de Asturias". La ceremonia se desarrolló de forma más breve que lo habitual debido a la moción de censura y tampoco celebró el habitual concierto de clausura de la reunión.