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El proyecto para intervenir en el Chao Samartín divide al Consejo de Patrimonio

Un tenso enfrentamiento entre los miembros del organismo obliga a la Dirección General de Patrimonio a pedir nuevos informes arqueológicos

El proyecto para intervenir en el Chao Samartín divide al Consejo de Patrimonio

El polémico proyecto de intervención en el Chao Samartín centró ayer un tenso enfrentamiento -según lo definen varios de los presentes- en el seno del Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias. Las actuaciones contempladas en el proyecto generan el rechazo de una parte importante del organismo, que reaccionó ayer contra el documento refundido con el que la Consejería de Educación y Cultura quería agilizar la tramitación de las obras. Pero las protestas de los representantes contrarios al proyecto, que se unen al rechazo mayoritario de los grupos de la Junta General del Principado, llevaron a la directora general de Patrimonio, Otilia Requejo, a comprometerse a pedir nuevos informes arqueológicos. Entre ellos, uno a los responsables de las excavaciones en el castro, cuya opinión ha sido soslayada.

El polémico proyecto está promovido por el Ayuntamiento de Grandas de Salime y la Consejería de Educación y Cultura, y cuenta con financiación del Ministerio de Fomento a través del 1,5% cultural. Los aspectos más controvertidos de la intervención son la construcción de un edificio de acogida de visitantes y una pasarela con funciones de mirador, además de la inclusión de un muro de contención de hormigón armado en la zona de la plaza pavimentada. Unas intervenciones que, a juicio de algunos expertos, supondrían la destrucción de zonas del yacimiento aún por excavar. La inclusión de un material como el hormigón armado, además, contraviene los preceptos básicos de restauración monumental, debido a su irreversibilidad.

La Consejería de Educación y Cultura había incluido nuevos informes para apoyar la idoneidad de la intervención, que se prevé iniciar este mismo año. Pero a juicio de algunos de los miembros del Pleno del Consejo se trata de análisis parciales y que no contemplan el estado previo a la intervención. De ahí que se soliciten nuevos informes, entre ellos el de los arqueólogos que, durante dos décadas, se encargaron de excavar en el Chao Samartín.

Santa María del Naranco

Además de la controvertida intervención en el castro, el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural aprobó un proyecto de obras de mantenimiento y consolidación en Santa María del Naranco. Con un presupuesto de 149.740 euros y la previsión de ejecutarlas este mismo año, los trabajos pretenden acabar con las filtraciones en la fachada norte del edificio y reparar el suelo del vestíbulo de acceso a la sala de la planta superior. Se aprovechará la actuación para mejorar zonas desgastadas por el tránsito de visitantes con la incorporación de un pavimento blando, similar al que se instaló en San Miguel de Lillo.

El organismo también acordó iniciar los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) al conjunto histórico de Campomanes, en Lena. La medida incluye dotar de protección el grupo de edificaciones del conjunto como sitio histórico por su vinculación con el Camino de Santiago. Asimismo, a petición de la asociación Incuna se incluirá en el Inventario de Patrimonio Cultural el edificio que albergó la Litografía Río de Luarca.

Por último, el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural aprobó la rehabilitación del palacio de Maqua, en Avilés; el proyecto de mejora de los palacios de Camposagrado y Valdecarzana, en Oviedo; y el cambio de uso del palacio de Agüerina, en Belmonte de Miranda, para permitir su funcionamiento como alojamiento rural.

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