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El Museo de Bellas Artes se convierte en referencia de gestión pública transparente

La pinacoteca asturiana se sitúa en el grupo de grandes centros culturales en cuanto a su modelo de acceso a sus datos y gastos

El Museo de Bellas Artes se convierte en referencia de gestión pública transparente

El Museo de Bellas Artes de Asturias se sitúa entre los grandes centro museísticos españoles a la hora de efectuar una gestión transparente de sus recursos y actividades, así como al proporcional información sobre sus presupuestos o sus órganos de gobierno. Así lo recoge el quinto informe de la Fundación Compromiso y Transparencia, que subraya el salto cualitativo que se ha producido este año en la calidad de las prácticas de transparencia. El trabajo también pone como ejemplo de gestión vinculada al sector público la que se hace en el Museo de Bellas Artes de Asturias y también en el de Bilbao.

El Museo de Bellas Artes de Asturias ha ido mejorando progresivamente la transparencia de su gestión con el nuevo equipo encabezado por Alfonso Palacio y ya se sitúa entre los equipamientos más ejemplares de todo el país.

Los museos que este año han obtenido la calificación de "transparentes": Artium Centro-Museo Vasco de Arte Moderno, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Museo Carmen Thyssen, Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), Museo Es Baluard, Museo Guggenheim Bilbao, Museo ICO, Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Museo Lázaro Galdiano, Museo d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Nacional del Prado, Museo Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), Museo Patio Herreriano y Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. El de Bellas Artes de Asturias ya contaba con esta calificación.

Los museos con peores puntuaciones, los llamados "opacos", son aquellos que dependen de instituciones integradas en consejerías de distintas autonomías o en ayuntamientos, sin autonomía económica o de gestión. El informe constata que el 53% de los museo españoles pueden calificarse de "opacos". "En todos estos casos los museos son simples actividades o programas gestionados por un organismo público. No hay, propiamente hablando, una entidad independiente con capacidad económica y de gestión para gobernar el museo. El museo, en definitiva, queda diluido entre las muchas actividades que la entidad administrativa lleva a cabo", dice el informe, que añade: "Lo interesante, desde el punto de vista de las prácticas de transparencia y buen gobierno, es que existen otros modelos de gestionar los museos públicos, cuya titularidad pertenece a un ayuntamiento o comunidad autónoma, mucho más eficaces. Los ejemplos de los Museos de Bellas Artes de Bilbao y de Asturias pueden servir de referencia en este sentido".

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