En el caluroso verano de 1993 un grupo de jóvenes langreanos decidían juntarse para tocar en una carbonera del barrio de Pénjamo rodeados de sacos de patatas. Unieron unos cuantos acordes de varios estilos musicales ("hardcore", "thrash metal" y "punk") y de esas notas nació "Escuela de Odio", que ahora, ya no tan jóvenes, cumple sus bodas de plata (25 años de historia). "Han sido años de gloria. Cuando empezamos no pensábamos que fuéramos a grabar algo más que no fuera una maqueta", señala Manuel Veiga, más conocido como "Pirri", fundador de la banda. Pero vaya si han grabado más. En estas dos décadas y media les ha dado para editar siete discos y hacer más de 500 conciertos en más de diez países. Toda una universidad musical.
Para conmemorar sus bodas de plata la actual formación de "Escuela de Odio" (compuesta por Neftalí Vázquez, Marcos Frade "Marki" y Rubén González "Nague" a las guitarras; Manuel Veiga "Pirri" a la voz; Sabino Huerta al bajo, y Jorge Rodríguez a la batería) se ha reunido en el estudio para regrabar algunos de los temas más conocidos del grupo. Los han editado en forma de recopilatorio, dándoles un toque más actual. Además, acaban de lanzar un DVD de uno de sus últimos conciertos en Chile, donde cuentan con una enorme legión de fans, mientras se preparan para una extensa gira para 2019 que culminará, avanzan, con un concierto muy especial en Langreo (cuya fecha está aún por determinar) para celebrar estos 25 años de carrera musical. "Haremos algo especial, vendrá algún antiguo miembro y habrá más invitados", adelanta Pirri.
En estos años de universidad musical "Escuela de Odio" ha ido acumulando varios hitos. Su primer disco, que llegó al mercado cinco años después de aquellos primeros ensayos en la carbonera de Pénjamo (allá por 1998), y titulado "El sueño de los que no duermen", mantiene el honor de ser el disco de "hardcore" en castellano que más ha conseguido vender. Ningún otro grupo en español ha logrado superar las 15.000 copias que se despacharon de aquel CD. La primera edición (compuesta por 10.000 discos) se agotó a los pocos meses, recuerda el bajista del grupo, Sabi Huerta. Eran buenos años para la venta de discos. Anécdotas de otra época ya.
Pero fue su cuarto trabajo, "Quien siembra miseria, recoge la cólera", el que les valió para dar el salto al exterior y les brindó la oportunidad de hacer una gira por México. "Fueron como diez o doce conciertos en un par de semanas. Una locura", recuerda Sabi Huerta. Desde entonces, volvieron a hacer las Américas casi cada año. Pocos faltan a su cita. En una de sus primeras aventuras en Chile consiguieron colgar el cartel de "No hay billetes" en una de las salas de conciertos más grandes del país. "El dueño del local nos dijo que nunca había visto algo así, solo 'Agnostic Front' (uno de los grupos de 'hardcore' más conocidos) habían hecho algo parecido", señala Huerta. Todo un hito.
Además, los conciertos en Chile los recuerdan como una auténtica "locura". "El público hace auténticas burradas, se te tiran por el escenario", apunta el bajista. Pirri corrobora la versión. Por esa atmósfera y esas "locuras" del público la banda langreana decidió grabar el DVD en tierra chilenas.
Lo que sí viene notando "Escuela de Odio" desde hace un tiempo es que en sus conciertos hay cada vez más público joven. "Hubo unos años en los que sólo venía gente de nuestra edad a los conciertos, pero desde 2014 eso está cambiando", señala esperanzado Huerta. Lo que no ha cambiado en estos 25 años son las letras del grupo, cargadas de crítica social. "Eso, por desgracia, no ha habido que actualizarlo", lamenta.
El grupo no para y en 2019 se embarcarán en una extensa gira por salas y algún que otro festival en España. La guinda a todo la pondrán donde están sus orígenes, en La Felguera. Su escuela y universidad.
