La Junta Directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) destituyó ayer al gaitero asturiano José Ángel Hevia como presidente, tras prosperar la moción de censura presentada contra él días atrás. El cese de Hevia se concretó tras registrar 22 votos a favor de la moción de censura, contra 12 que avalaban la continuidad del asturiano. Su sucesora al frente de la entidad de gestión será la soprano y compositora Pilar Jurado, que se impuso en la votación consiguiente al guionista y dramaturgo Antonio Onetti, quien ejerció de pieza clave para que la moción de censura contra Hevia tuviese éxito.

El músico asturiano deja la presidencia de la entidad de gestión tras apenas tres meses y medio al frente. Un período convulso marcado por las luchas internas y el frustrado intento de modificar los estatutos de la sociedad para amoldarlos a la normativa europea, lo que ha derivado en una inminente intervención de la SGAE por parte del Ministerio de Cultura.

La salida de Hevia se daba por segura desde que, hace ahora siete días, se presentase una moción de censura contra su gestión con el apoyo de 18 de los 35 miembros de la Junta Directiva. El impulsor de la moción fue uno de los vicepresidentes, Clifton J. Williams, que contó con el apoyo clave de otro vicepresidente, Antonio Onetti, quien controlaba un total de 13 votos para apoyar la moción. Ese mismo día, Onetti se postulaba como sucesor de Hevia.

Tras registrarse la propuesta, el propio Hevia explicaba su versión del conflicto en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA: "Esta moción de censura aprovecha una fisura en uno de los colegios (que forman la SGAE) y una mayoría muy exigua, y se explica por una serie de intereses y ambiciones personales". Este periódico no logró ayer contactar con Hevia.

La moción prosperó en un clima de intensa fragilidad de la entidad, fruto de dos factores que han marcado la agenda de la Junta Directiva durante los últimos meses. La primera es el avance en las investigaciones de la llamada "Rueda de las televisiones", una práctica presuntamente fraudulenta por la cual un grupo de socios de la SGAE acordaba con diversas cadenas televisivas la emisión en horario nocturno de sus composiciones, que en muchas ocasiones se trataba de obras de dominio público con pequeños retoques. A cambio, los autores cedían a las propias cadenas un porcentaje -se estima en torno al 50%- de los derechos que les abonaba la SGAE por esas emisiones.

Esta trama ya motivó la salida del predecesor de Hevia al frente de la entidad, José Miguel Fernández Sastrón, tras ser imputado. Pero la mácula también alcanzó a la nueva directiva, en la que los músicos tienen mayoría, y motivó que, a finales de enero, unos 400 socios de la entidad solicitasen el cese de toda la directiva y la intervención ministerial de la SGAE. Entre los argumentos que blandían estos socios críticos -entre los que figuraban Pedro Almodóvar, Coque Malla, Isabel Coixet, Quique González y los asturianos Nacho Vegas y Jorge Ilegal- destacaba la conexión de varios socios con la trama de la "Rueda", lo que les habría proporcionado una sobrerrepresentación en los órganos de decisión de la SGAE.

El malestar de buena parte de los socios con la gestión de la entidad ya se había manifestado a finales de diciembre, cuando la asamblea rechazó la propuesta de la directiva para modificar los estatutos y adaptarlos a la normativa europea. Un cambio que debía completarse antes de final de año, y que al no consumarse agravó la preocupación del Ministerio de Cultura sobre la deriva de la entidad y, en última instancia, precipitó la intervención ministerial, aprobada días atrás por la Audiencia Nacional.

Paralizar esa intervención es el primer reto de la nueva presidenta de la SGAE, Pilar Jurado. La soprano y compositora -que hizo historia en 2011 al convertirse en la primera mujer en estrenar una ópera propia, "La página en blanco", en el Teatro Real- aseguró ayer, tras imponerse a Onetti en la votación para asumir la presidencia de la entidad, que con su elección "ha comenzado una nueva SGAE" y que espera mantener "un diálogo fluido" con el ministerio para que vean que la entidad "está funcionando". Jurado también destacó que Hevia fue "muy respetuoso" y "me ha ido que espera que consiga lo que ellos no han podido conseguir".