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La vida es juego

Switch, dos años buscando su sitio

La consola triunfa en ventas, con treinta millones de máquinas, pero carece de grandes proyectos que no sean de Nintendo

La Nintendo Switch.

Nintendo Switch cumplió el pasado 3 de marzo dos años en el mercado. La consola híbrida acumula dos temporadas de vida, en las que ha logrado colocar 30 millones de máquinas entre los jugadores de todo el planeta. El dato supone un éxito comercial con respecto a Wii U, la anterior consola de Nintendo. La plataforma anterior vendió en Japón 3 millones de copias en seis años. Una cifra que Switch pulverizó esta cifra en sólo diez meses.

Este segundo año de vida de la consola ha pretendido ser el de la confirmación. Sin embargo, Switch sigue adoleciendo de algunos viejos vicios de las consolas de Nintendo. La falta de potencia gráfica la lastra a la hora de tener un catálogo que le permita competir con Play Station 4 o Xbox One. Exceptuando el juego de lucha "Super Smash Bros", el resto del catálogo son títulos de fondo de armario.

Tampoco es que a Nintendo le preocupe. Desde el 19 de noviembre de 2006, la fecha de salida de la ya mítica Wii, la empresa nipona ha decidido ocupar otro espacio en el mercado; un lugar propio respecto a sus dos grandes competidoras, explorando nuevas formas de jugar. Primero fue con el mando sensible al movimiento, posteriormente lanzó al mercado el mastodóntico mando de Wii U y ahora prueba con la duplicidad que representa Switch.

Tanto es así que la actual consola se ha convertido en una plataforma excepcional para los juegos indies. En Switch, durante el pasado 2018 han aparecido algunas de las propuestas más llamativas. Para el recuerdo, "Gris", un videojuego español, de corte artístico, en el que el jugador se mete en el papel de una mujer, que, tras una experiencia traumática, ha perdido la capacidad de hablar.

En esa mezcla, entre la importancia de los videojuegos de cuño de Nintendo y los indie, el futuro de Switch se dibuja difuso. La falta de grandes producciones de empresas foráneas pueden condenar a un papel secundario a una consola con un gran potencial. Ya sucedió con las dos anteriores máquinas.

Quizás lo pueda solucionar Microsoft. Al gigante norteamericano, responsable de Xbox One, se le ha situado dando soporte de internet a la videoconsola de Nintendo, e incluso se ha puesto encima de la mesa que Microsoft cediera a los usuarios de Switch acceso al Game Pass, su particular "Netflix" de videojuegos.

Por ahora, la empresa norteamericana lo ha desmentido. Quizás porque para los más puristas pueda incluso resultar aberrante, o quizás también porque un anuncio de este calado requeriría de una pompa y circunstancia acordes al momento. Eso sumado a que Sony, los responsables de Play Station, ya dejaron claro que no estarían en el próximo E3, la mayor feria del sector, puede hacer que la fiesta de Los Ángeles sea un lugar propicio para tal anuncio.

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