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El Festival de Cine de Gijón busca foco

El Festival de Cine de Gijón busca foco

Los vaivenes políticos, el cierre de los Cines Centro y la falta de un nicho de mercado claro evitan que el certamen gijonés se asiente en el tiempo

De festival de cine infantil y juvenil a convertirse en uno de los referentes cinematográficos del norte de España. La historia del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX, que reabren periódicamente la polémica sobre cuál ha de ser la orientación de su programación o quién ha de llevar el timón de esta seña de identidad cultural de Gijón.

La exconcejala socialista Lara Martínez, actual gerente de Divertia -empresa municipal que gestiona los espectáculos y la cultura en Gijón-, ha vuelto a abrir la caja de los truenos del FICX al asegurar que el Festival necesita una "revisión" para poder contar con una "personalidad propia" e ir en busca de "nuevos públicos". Martínez cuestionó decisiones de la actual dirección, encabezada por Alejandro Díaz Castaño. Esto ha encendido todas las alarmas entre los cinéfilos de la ciudad, que inmediatamente recordaron otros cambios de rumbo en el pasado, cuando una cuestión de filias y fobias políticas, desmanteló por completo un proyecto que, según los datos de asistencia y recaudación, funcionaba muy satisfactoriamente. Así ocurrió en el año 2012, cuando el primer gobierno local de Foro en Gijon, con Carmen Moriyón a la cabeza, destituyó a José Luis Cienfuegos, director del Festival desde 1995. El gobierno forista decidió por poner al frente del FICX a Nacho Carballo.

La destitución de Cienfuegos fue contestada, entre otros, por más de 400 profesionales del mundo del cine, que reconocían cómo había "transformado una muestra de repercusión menor en una referencia cinematográfica regional, nacional e internacional". Entre los firmantes de ese manifiesto en favor de la restitución de Cienfuegos estaban nombres tan señeros como Pedro Almodóvar, Atom Egoyan, Enrique Urbizu, Álex de la Iglesia o Icíar Bollaín.

Muchos eran los que reconocían que el Festival no empezó a vivir de verdad, con intensidad y plenitud, alumbrando toda la ciudad con sus pantallas cinematográficas, hasta la llegada de José Luis Cienfuegos a su dirección en 1995. El actual director del Festival de Cine Europeo de Sevilla -que acaba de cerrar su decimoséptima edición con apabullante éxito- fue el que hizo del FICX un festival de referencia. Su fórmula: "credibilidad para abrirse hueco en el cine de autor y estrategias agresivas de cara a los chavales, como precios reducidos", en palabras del propio Cienfuegos.

Una receta que dio sus resultados. A su llegada al cargo, en 1995 el Festival contaba con 10.000 espectadores, que se convirtieron en 75.000 en su última edición, en 2011, pasando de 12.000 euros de ingresos a 133.000. Pero, cuando todo parecía ir bien, el FICX volvió a desenfocarse, debido a una decisión política.

Quizá por ello, ahora, varios sectores de la sociedad gijonesa -entidades sociales y grupos de la oposición- cierran filas en torno a Díaz Castaño, valorando que "recuperó el consenso" perdido en aquel año 2012, tras la marcha de Cienfuegos. No obstante, sí que remarcan que es necesario ese cambio, pero siempre "sin perder el carácter independiente ni desatender públicos".

Y es que esa es, esencialmente, la línea de programación del FICX: un Festival que ha de buscar su nicho de mercado el cine independiente, alejado de las grandes producciones. Precisamente, esa fue una de las críticas que le hizo la gerente de Divertia a Alejandro Díaz Castaño: el haber dedicado la sesión inaugural de esta edición recién finalizada al estreno de una producción de la plataforma Netflix: la serie "El Vecino", de Nacho Vigalondo.

El actual director también apostó por el cine asturiano en el Festival, con las primeras películas hechas por autores del Principado compitiendo en la sección oficial. A Díaz Castaño hay que aplaudirle el haber conseguido dar esa "carta de naturaleza" al cine patrio que intentó, sin tanto éxito, Carballo durante su época.

A Díaz Castaño, además, hay que aplaudirle el haber sobrevivido al otro gran golpe que recibió el Festival en su más de medio siglo de vida: el cierre en el año 2015 de los Cines Centro, sede fundamental del FICX. Este problema sobrevenido hizo que cambiase por completo el diálogo del certamen con la ciudad, ya que el cambio de sedes se hizo notar. No obstante, Díaz y su equipo supieron reponerse y salvar así la otra gran fractura del Festival.

"El Festival tiene que ser independiente y no depender de los vaivenes políticos", solicitaba la oposición esta semana. Un deseo que los cinéfilos de la ciudad comparten: dejar al FICX que encuentre, por fin, su foco.

Primeros apoyos a Díaz

La organización de la Muestra de Cine Social y Derechos Humanos de Asturias (Musoc), encabezada por Ana Isabel Suárez y Carlos Froilán Pérez Lera, salió ayer en apoyo del actual director del FICX, Alejandro Díaz Castaño. Los responsables de la Muestra de Cine Social respaldaron el "buen trabajo" desarollado por Díaz Castaño y por todo su equipo. "Durante estos últimos tres años, el Festival ha vuelto a ser un referente a nivel nacional e internacional, con un prestigio como evento cultural fuera de toda duda y una programación de calidad, con estrenos del mejor cine independiente y un compromiso ineludible con el cine astuiano", aseguran. "Su destitución sería una decisión equivocada y nos retrotrae al cese de José Luis Cienfuegos en el año 2012 bajo escusa igualmente escasamente fundamentadas", añaden en un comunicado.

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