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DAVID MENÉNDEZ | Barítono

"Nunca creí que había que tener padrinos, sí que había que estar preparado para la oportunidad"

"Estoy soltero y no me siento solo, pero siento soledad cuando no puedo compartir lo bueno que me pasa con la familia"

David Menéndez, ante el teatro Campoamor de Oviedo. MARCOS LEÓN

El barítono David Menéndez (San Martín de Laspra, Castrillón, 1975) regresó a casa por Navidades y fue de rebajas con sus sobrinas.

-Mi central está en Valencia desde hace 20 años, cuando fui a estudiar el grado superior. Iba de Oviedo y me horrorizó al llegar porque era desordenada, sucia y en la zona del Carmen había tantas drogas y delincuencia que podías salir en pelota después de que te atracaran tres veces. Ahora es otra cosa. Valencia es donde regreso a lavar la ropa y cambiar de maleta.

El año pasado hizo un "Carmen" en Oviedo, donde tiene casa, y pasó un mes. Vivió 15 días más en Madrid y otros tantos en Barcelona. Ha dado clases magistrales durante una semana en Castrillón, Granada, Almería y Badajoz...

- El primer trimestre de 2019 pasó 46 días en Moscú. ¿Cómo se vive todo ese tiempo?

-Al llegar al teatro después de caminar durante 45 minutos me picaban los ojos. No podía ser por mi alergia y me dijeron que era un síntoma de congelación. He llegado a estar a menos 30 grados. Vivo bien en cualquier parte porque no extraño todo lo que dejo y acepto donde voy como mi vida normal.

- ¿Hotel o apartamento?

-Suelo ir a apartamentos, pero en Moscú prefiero el hotel porque da opciones de puertas para dentro -gimnasio, piscina- y porque hay que tomar precauciones al salir a la calle para cuidar la voz del frío y no romperte una pierna por la nieve y el hielo.

- Es habitual del Bolshoi.

-Una plaza de primera en la que llevo tres temporadas. Es un teatro de repertorio y reparte actuaciones a lo largo del año por eso he ido a hacer tres funciones cuatro veces. Allí es complicado repetir, porque tiene su staff y que vaya uno de fuera implica que quede en casa alguien a quien están pagando.

- Hace solo cinco años hablaba del salto internacional.

-Sí. He tenido la suerte de hacer carrera en España desde que debuté con un rol principal en el Teatro de la Zarzuela en enero de 2000. Cuando gané el premio de Operalia, el concurso de Plácido Domingo, no tenía representante y perdí ocasiones buenas por compromisos anteriores. No sabía gestionar las ofertas ni que esos teatros te llaman solo una vez si no tienes un representante que les recuerde que sigues ahí. Olvidé el campo internacional hasta que gente con la que trabajaba me dijo: "Muévete".

- ¿Hay una edad para eso?

-La voz de barítono es longeva. Empiezas de galán y pasas a ser hermano, padre y abuelo. Si la voz sigue el cauce normal, me quedan muchos años de personajes. Mi momento es bueno: la voz empieza a estar madura, en plenitud.

- ¿Muchos días fuera de casa le hacen sentirse solo?

-Estoy soltero y no me siento solo, pero siento soledad cuando no puedo compartir lo bueno que me pasa con la gente que quiero, mi familia, que me ayuda al máximo. Mi prima me lleva los papeles y si tengo un problema con un vuelo me lo arregla mi hermana.

- ¿Cómo es su familia?

-Mi padre, David, era electricista, tuvo un accidente de tráfico y quedó con una incapacidad y una prejubilación. Mi madre, Conchita, es ama de casa y costurera. Mi hermana, Ana, cinco años mayor, estudió algo de canto y, aunque hizo Magisterio por Ciencias, sacó la oposición por Música. Tiene dos hijas. La familia es pequeña y vivimos muy cerca; mi tía me crio porque su casa estaba más cerca del colegio y mis dos primas son como hermanas. Sus maridos han encajado muy bien. Fui el pequeño durante muchos años y les di mucho trabajo.

- ¿Por qué?

-Mi madre me recogía del colegio y me llevaba a música; a los 12 años iba al coro de adultos hasta las 10 de la noche. Los sábados por la mañana tenía clases de pintura. Y no tengo carné de conducir.

- Creció en casa de pueblo.

-Con perro, gatos, vacas, gallinas, conejos, palomas cuando lo llevaba mi abuela. Ahora es un hobby aunque se cultiva la tierra y da patatas, lechugas... Sigue habiendo caballos, porque le gustan a mi padre, que ha hecho dos xarrés.

- ¿Tiene muchos amigos?

-Sí, la mayoría de fuera del circuito musical. Cantar determina muchas cosas, pero la profesión no va delante. Lo primordial es vivir.

- ¿Ya no pinta?

-Nada. Empecé a pintar en el colegio y en el Bachiller recibí clases de pintura, pero cuando empecé en la Facultad apliqué el sentido práctico. En Oviedo tenía profesora de canto, pero no Bellas Artes. No me había formado para ser un artista plástico, pero tenía estudios musicales y a la voz hay que darle prioridad para no estropearla. Decidí estudiar Magisterio, una carrera corta, y me sobró pintar porque no podía con la vorágine de Facultad, canto y piano.

- Decidió vivir de cantar.

-Nunca lo planteé así. En la música, muchas veces te enseña gente que tenía aspiraciones que no ha podido lograr y no te transmite tanto sus conocimientos como sus frustraciones. Su comentario es que vivir de cantar es muy difícil.

- ¿Y no lo es?

-Sí, pero nunca creí que había que tener padrinos, sino que había que estar preparado para las oportunidades. Cuando tocaba examen, aprobar; cuando concurso, ganar; cuando debut, hacerlo bien. También he tenido prevenciones: si te ofrecen algo y tienes dudas, mejor es decir que no.

- ¿Por qué?

-Un paso en falso pesa más que todo lo que has logrado. Mi voz es la que decide mi repertorio. He programado a corto plazo. Una meta larga provoca frustración si ves que no llega. Eso ayuda en esta locura de vida.

- ¿Qué locura?

-La de los viajes, la inseguridad de los contratos, la de lo mucho que hay que estudiar, la de cantar con tu cuerpo, la angustia de los 39 de fiebre tres días antes de una actuación. He aprendido a cantar con mi alergia y mi faringitis crónica.

- ¿Le gusta cantar?

-Sí. Cuando debuté en el Liceo y en el Bolshoi pensé: "¿Quién me iba a decir que iba a estar aquí?". Hubiera pagado por estar sobre este suelo. Cantar es mi manera de canalizar sentimientos que en la vida normal no me pasan y que puedo transmitir a los demás. Recibes mucho a cambio y creas vínculos con gente que solo te ha visto en el escenario. Gracias a eso podemos llevar la parte negativa.

- ¿Qué música escucha?

-Casi cualquiera, y fuera del trabajo, casi ninguna.

- Plácido Domingo ha sido acusado por el "Mee Too".

-Hay algo de caza de brujas. Nadie tiene derecho a aprovechar su posición para conseguir nada, pero para afirmar que se han aprovechado de ti hay que presentar pruebas. He visto mujeres que le hacían insinuaciones clarísimas. No creo que él haya necesitado acosar a nadie. No le justifico si ha sido así. Me molesta el "calumnia que algo queda" que es impune.

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