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La paralización de exportaciones de cerdo a China atenúa la "crisis del compango"

La epidemia de coronavirus comienza a tener efectos en el sector asturiano de la chacinería, aliviado por el descenso de los precios de los animales. En el último año, a raíz de la peste porcina, otro virus que asola el país asiático, la compra de animales a España se disparó, haciendo que los precios se duplicaran en el mercado nacional, castigando a las compañías asturianas que fabrican derivados del cerdo con la llamada "crisis del compango". El sector sigue contra las cuerdas y se estima que la situación no remita hasta dentro de un lustro, pero el coronavirus está siendo un bálsamo temporal, al haberse trabado, por el cierre de fronteras, las exportaciones de cerdo a China.

Más allá de este efecto temporal, las cárnicas aún no han explorado los posibles efectos que pueda tener la llegada masiva del virus a Europa. Están previstas reuniones en próximas semanas sobre el tema. Aun así, por el momento, no se cree que el negocio pueda estar en riesgo. Así lo cree José Antonio Mayor, gerente de "La Pilarica", empresa de Noreña. "El sector atraviesa una crisis terrible. Los precios están muy altos por la cantidad de cerdo que compra China. Ahora eso se ha ralentizado, se hacen controles muy estrictos al producto que entra al país", detalla Mayor. Si la carne no fluye al mismo ritmo que antes, los mataderos saturan sus almacenes. "Necesitan dar salida al género. Esto hace que vuelvan a recurrir al mercado nacional y el precio baje", analiza.

Sin embargo, entiende que solo se trata de un alivio temporal a un problema que no remitirá en largo tiempo. A Mayor no le preocupa tanto la llegada del coronavirus a Europa y sus posibles efectos sobre las exportaciones. En la misma línea se pronuncia la patronal del sector, Asincar, que asegura que ninguno de los asociados "ha mostrado inquietud". Juan Díaz, director de la institución, apunta que "sí han empezado a manifestar cierta preocupación las empresas nacionales de venta de cerdo en fresco, a las que más afecta la paralización del mercado chino". A pesar de que por el momento no hay alarma en la industria asturiana, sí observan algunos movimientos políticos internacionales que "podrían agitar el mercado", como las restricciones de tránsito de mercancías y personas entre Rusia y China. La situación ha pillado por sorpresa al sector y se desconoce la dimensión que puede alcanzar el problema. Lo cuenta José Severino Monte, de embutidos "El Hórreo", que, por el momento, solo ha percibido "una ligera bajada en los precios de algunas partes del cerdo", como el tocino o la papada.

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