El CSIC, la gran institución científica española que dirige la asturiana Rosa Menéndez, recibirá 4,5 millones del Gobierno para tratar de encontrar antivirales, anticuerpos y vacunas para combatir el virus SARS-Cov-2, que produce la pandemia de COVID-19. Este dinero procede de la partida urgente de 30 millones destinados a investigación. El Centro Nacional de Biotecnología (CNB) impulsa sus objetivos actuales. Recientemente, estos investigadores demostraron que un fármaco contra el cáncer logra frenar un coronavirus humano, el HCoV-229E, y lo probarán con el causante del COVID-19.

Virólogos del CNB trabajan desde hace un mes para conseguir un fármaco que inmunice a quienes no han contraído la enfermedad. Para ello tratan de atenuar los virus, retirándole los genes que neutralizan las defensas humanas, de modo que con virus débiles se pueda iniciar el camino para crear una vacuna.

China ya ha anunciado que probará en humanos una posible vacuna que ya ha experimentado en ratones; Estados Unidos también está listo para iniciar pruebas. Pero los expertos destacan que la existencia de una vacuna no implica que pueda ser de inmediato utilizada de forma masiva y creen que hará falta al menos un año para tener una solución que frene posibles nuevos brotes de esta pandemia. Estados Unidos cuenta terminar en seis semanas sus ensayos.