El escritor y periodista de Villaviciosa Gonzalo Cerezo falleció en Madrid en la medianoche del miércoles a los 94 años de edad recién cumplidos, aquejado de coronavirus, entre otras dolencias. Con él son ya cuatro los fallecidos por el virus que tenían estrechos lazos con la región, tras la muerte de Avelino Uña, salesiano de 68 años que ejercía de jefe de estudios en el centro de enseñanza Fundación Masaveu, en Oviedo, y los fallecimientos de dos ancianos ayer en el HUCA.

Gonzalo Cerezo Barredo (Villaviciosa, 7 de marzo de 1926), que residía en su vivienda de Madrid, falleció en el hospital madrileño en el que había ingresado tras agravarse su estado de salud, con patologías añadidas al coronavirus, que está golpeando con fuerza en la capital española. Además de periodista y escritor -algunos de sus artículos fueron publicados en este diario-, ocupó cargos políticos. Durante siete años residió en Oviedo como encargado de prensa del gobernador civil Francisco Labadie Otermín. En ese periodo desarrolló vínculos con la emigración a través de la Oficina de Relaciones con los Asturianos Residentes en América, de la que fue director. El cese de Labadie Otermín lo llevó a Madrid, donde ejerció como encargado de información del Instituto Nacional de Industria (INI). Posteriormente se incorporó a TVE, antes de desarrollar una serie de responsabilidades oficiales, entre ellas la de director de gabinete del ministro secretario general del Movimiento Utrera Molina. Cerezo Barredo fue además consejero nacional del Movimiento y procurador en Cortes. Estaba en posesión de condecoraciones como la Gran Cruz de la Orden de Cisneros al Mérito Político y la Medalla de Plata del Trabajo.

Natural de Villaviciosa, también se crio en Gijón pero vivió la mayor parte de su tiempo en Madrid, donde se graduó en Periodismo en 1951. Pero mantuvo siempre su vínculo con su concejo natal, donde sigue residiendo su hijo Santiago. En 2016 reunió en Sebrayu a medio centenar de familiares, desperdigados por América y Europa, para celebrar su 90.º cumpleaños. Gonzalo Cerezo era cabeza de una extensa familia: padre de una decena de hijos, abuelo de una veintena de nietos y tenía cinco bisnietos. Había quedado viudo en 2012 de su mujer, Angelina Mata.

De su infancia recordaba los festejos por la proclamación de la República, que él vivió desde el balcón de la casa familiar encima de la ferretería El Pasaje, que regentaba su padre, o la vida en el número 50 de El Ancho, donde se trasladó poco después la familia antes de fijar definitivamente su residencia en Gijón. Fue pregonero del Festival de la Manzana en 1987 y recibió entonces la "Manzana de plata" de Villaviciosa. Poco antes de la pasada Semana Santa pasó unos días en su concejo natal en compañía de su hermano Maximino, sacerdote conocido como el "pintor de la Liberación". Fue en ocasión de la inauguración de la muestra pictórica en su honor por el cartel de la Semana Santa elaborado por el propio Maximino. Como escritor, destaca su obra "La hora de Asturias", de la que es coautor junto a Labadie Otermín y que recibió el Premio Nacional al mejor libro del año en 1956.

El alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, transmitió ayer su pésame a la familia Cerezo en nombre de la Corporación municipal, haciendo "reconocimiento expreso a la vida de un villaviciosino que destacó por su dedicación al periodismo, la cultura y como servidor público".