El Servicio de Salud del Principado de Asturias ha tomado la decisión de comenzar a derivar pacientes con coronavirus a centros privados. Así se lo comunicaron a estos equipamientos, que está previsto que comiencen a recibir los primeros enfermos de COVID-19 en los próximos días. En total, se han puesto a disposición 71 camas entre el Centro Médico de Asturias, en Oviedo, y el Hospital Begoña y el Sanatorio Covadonga en Gijón.

Quien más puestos tiene disponibles es el Centro Médico de Asturias que, según explican en un comunicado, comenzó a prestar desde el pasado 27 de marzo una atención integral a los pacientes de COVID19, con una planta de aislamiento con capacidad para atender a 32 pacientes positivos, “brindando un servicio adaptado a nuestra capacidad, cumpliendo los protocolos marcados por la Consejería Sanidad y el SESPA y siguiendo las indicaciones de estas autoridades, con las que en todo momento ha existido una estrecha colaboración y subordinación dada la situación epidemiológica actual”.

A su vez, el Laboratorio de Microbiología se ha dotado con la solución de máxima fiabilidad para realizar el test diagnóstico de SARS-COV-2 según los criterios de uso establecidos y “esto nos ha permitido tener una respuesta interna en la evaluación de los casos con un tiempo de respuesta adecuado al servicio que estamos brindando”.

“El Centro se preparó para enfrentarse a esta pandemia, movilizando recursos, rediseñando y definiendo procesos técnicos, organizativos y de protección al personal asistencial”, aseguran.

La planta de aislamiento, situada en la primera planta, cuenta con doble exclusa señalizada y sistema de identificación para su acceso, reagrupa los recursos humanos y técnicos necesarios y “evita accesos inadecuados o accidentales de familiares o personal no autorizado”. Son habitaciones para pacientes con ingreso y siete camas en la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, reservadas para pacientes en situación intermedia entre planta y UCI. “La UCI del Centro se encuentra preparada para atender la demanda que pueda surgir, tanto interna como externa en coordinación con el SESPA, con cinco boxes”.

El hospital cuenta con unos circuitos diseñados y prestablecidos para la entrada de pacientes de Urgencias, para la realización de pruebas radiológicas, ingreso y traslados intra-hospitalarios con seguridad. Se ha reforzado la dotación de personal y para ello, hemos cerrado una planta de hospitalización”, quedando un total de 33 camas para otros ingresos, “para estar en línea con las recomendaciones oficiales de pacientes con cuadros urgentes y garantizar una óptima actividad asistencial en el resto de nuestra oferta médica”.

Todas las medidas tomadas están dirigidas a proteger el personal y a mantener el hospital con el menor número de pacientes ingresados el menor tiempo posible, “para contar con espacios que nos puedan solicitar las autoridades sanitarias”.

A ellos se suman los dos centros gijoneses. El Sanatorio Covadonga espera recibir entre mañana y pasado a los primeros pacientes de COVID-19, de tipología "leve", al no contar con una Unidad de Cuidados Intensivos. El centro ha reservado la tercera planta, con 24 puestos, para el tratamiento de estos pacientes, de tal forma que tanto los enfermos como el personal sanitario estén "totalmente aislados" del resto del centro hospitalario.

El Hospital Begoña, por su parte, comenzará el lunes a recibir a pacientes geríatricos leves afectados por el coronavirus. Cuenta con 15 camas en un ala del centro, complementa aislada.