Asturias incrementó ayer considerablemente su potencial de tests realizados al llevar a cabo más de 1.500 pruebas PCR y en torno a 800 test rápidos de anticuerpos. Con todo, únicamente sumó 26 nuevos casos e incrementó en 21 las altas sanitarias. También han subido las hospitalizaciones (11 más, hasta llegar a las 360), si bien descendió el número de pacientes en UCI. El número de fallecidos ha aumentado en nueve, una cifra aún elevada y que debería comenzar a reducirse tras haber alcanzado esta semana tristes máximos.

Todo parece indicar que Asturias puede estar afrontando la cola de la pandemia, el momento en que la curva llega a sus puntos bajos. Pero llegar a la situación de que no se produzcan ya nuevos infectados es algo complicado, ya que probablemente veamos oscilaciones, subidas y bajadas, durante algunas semanas, aunque en tendencia descendente.

En las residencias de ancianos se comprueba cómo la detección de casos entre los residentes se atenúa (siete diagnósticos más), mientras aumentan los recuperados (10 más), pero se han producido seis fallecimientos, lo que corrobora que la vulnerabilidad de la población anciana es un terreno peligroso para la propagación del virus, donde puede hacer estragos. Han descendido también los casos activos entre los mayores de los geriátricos asturianos.

En cambio aumentan los casos activos entre el personal de las residencias (hay 167 trabajadores padeciendo el COVID-19) y ayer mismo se incrementó en 7 la cifra de contagiados entre la plantilla.

Sería interesante que el Gobierno regional especificase también cuántos de los nuevos contagios detectados fuera de las residencias de ancianos corresponden a sanitarios, para así poder inferir cuántos nuevos casos se producen diariamente entre el resto de la población.

Los profesores de la Universidad de Oviedo Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz, prevén un próximo periodo a la baja en nuevos casos en el Principado, aunque puedan ampliarse por la elaboración de tests rápidos, si bien su modelo matemático termina asumiendo esos cambios de medida y realizando nuevas predicciones acordes a la realidad de las detecciones. El número total de infectados en Asturias se sitúa en torno a los 2.600, precisamente la cifra que al inicio de la pandemia había pronosticado el modelo.

La evolución de la enfermedad se ajusta perfectamente a su curva de pronóstico, casi como si fuera la predicción la que guiase a la realidad de la estadística de casos.

Sin embargo, otros muchos modelos predictivos de expertos han quedado arruinados por la mala gestión de los datos por parte del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, que han plagado de falta de homogeneidad la serie numérica. Hemos visto en los últimos días cómo existían criterios dispares tanto para informar de los casos confirmados, de los muertos, los hospitalizados o los pacientes ingresados en la UCI. Aunque el ministerio ha emitido una nueva orden para tratar de establecer un criterio único, el cambio supone alterar las reglas del juego. El modelo de los matemáticos asturianos, en cambio, "absorbe" las modificaciones realizando nuevos pronósticos.

Este deficiente criterio contable, desde luego, no contribuye en absoluto al necesario análisis realista de la situación de la pandemia en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que pedirá otra prórroga del estado de alarma y ha afirmado que "los logros todavía son débiles", aunque lo cierto es que la evolución de la pandemia es diferente en las distintas comunidades autónomas. Cada territorio trata de impulsar sus propios planes de salida del confinamiento, aunque lo cierto es que el mando lo tiene el Ministerio de Sanidad, por ahora nada proclive a autorizar salidas parciales a ciertas autonomías.

Pedro Sánchez ha dicho que es necesario, para iniciar la "desescalada", lograr que desciendan las infecciones, ampliar los test y establecerse medidas preventivas en empresas y centros educativos. Ese escenario ya debería estar previsto, pero ni siquiera el Gobierno cuenta con un masivo arsenal de tests para afrontar esa etapa.

Algunos países europeos sí van a iniciar próximamente su propia desescalada. Francia (un país que ha registrado una creciente escalada de fallecidos) tiene previsto reabrir colegios el 11 de mayo, al igual que Suiza. Noruega se ha fijado como fecha para vuelta al colegio el 27 de abril. Algunos epidemiólogos ya señalaban en los inicios de la pandemia que una buena opción para acelerar la llamada "inmunidad de grupo" sería reabrir pronto las escuelas, dado que los niños son menos proclives a enfermar gravemente, si bien pueden transmitir la enfermedad.

Los matemáticos asturianos realizan cada día un pronóstico de evolución de las diferentes comunidades autónomas, pero también de otros países, en colaboración con el desarrollador informático Óscar González Rodríguez.

Alemania: El país ha abandonado hace tiempo el pico de nuevos casos y va en descenso con algunos altibajos. El incremento de casos de los últimos días parece quebrar la tendencia descendente, pero estamos acostumbrados a que la bajada de la curva esté llena de oscilaciones.

Francia: La curva parece ajustarse perfectamente al modelo, con oscilaciones diarias dentro de las curvas de percentiles. También ese país se encuentra en claro descenso y afronta un horizonte de infectados en torno a los 170.000 casos.

Suecia: el país nórdico se encuentra ahora en el pico, según el modelo, así que tiene por delante aún un descenso que puede complicarse las peculiares medidas adoptadas por el gobierno (que no ha optado por el confinamiento) resultan fallidas. Actualmente tiene 14.000 infectados y esa cifra podría situarse en el horizonte de los 21.000.

Reino Unido: Gran Bretaña tampoco ha pasado lo peor, de hecho se encuentra ahora en el pico de la enfermedad. El incremento de fallecidos ha desatado la alarma entre las autoridades. El modelo de los matemáticos asturianos prevé un total de infectados superior a los 150.000 (ahora tiene 114.000) y la cifra de fallecidos podría llegar al entorno de los 22.000.

El peligroso repunte de Japón

Los hospitales japoneses están recibiendo un aumento significativo de infectados con COVID-19 y, según algunas información su sistema sanitario podría estar a punto del colapso. Aunque inicialmente los japoneses controlaron la pandemia confinando aquellos focos de infección detectados y cerrando algunas actividades como clubs, gimnasios o lugares en los que se producían aglomeraciones, los nuevos casos tienen una complicada trazabilidad. Los médicos japoneses están denunciando falta de guantes, mascarillas o protectores faciales, lo que ha incrementado los contagios entre los sanitarios. Aunque en Japón únicamente hay unos 10.000 infectados y el número de fallecidos es de menos de 200, algunos expertos advierten de una inminente grave situación en ese país. La falta de UCIs (solo 5 por cada 100.000 habitantes, frente a la tasa de 30 en Alemania o 35 en Estados Unidos) hace estimar a algunos expertos la terrible cifra de 400.000 fallecidos por la falta de equipos.

Estimación de parámetros epidemiológicos

Estimar correctamente los parámetros epidemiológicos del COVID-19 parece ser una de las prioridades académicas, máxime cuando el sesgo de los datos hace tan difícil establecer algo tan básico como la tasa de letalidad de la infección. Un reciente estudio (aún no sometido a la revisión de pares, por lo que debe considerarse con cautela) ha tratado de hallar la transmisión en China y Singapur debida a pacientes que aún no habían manifestado síntomas de la enfermedad. El trabajo considera que en Singapur la transmisión debida a pacientes infectados en periodo de incubación (unos 5,2 días) alcanzaría al 48 por ciento de los contagios. En el caso de China, con un intervalo de incubación de 3,95 días, la transmisión alcanzaría el 62%.

Grave situación en el tercer mundo en el horizonte

Una de las mayores preocupaciones de la Organización Mundial de la Salud cuando se declaró la pandemia era cómo afrontarían los países menos desarrollados la lucha contra la enfermedad. En Brasil existe gran inquietud por la situación sanitaria en las favelas, donde casi la mitad de los test que se realizan son positivos. Algunos investigadores calculan que la cifra de infectados en ese país podría ser hasta 15 veces mayor que los 33.000 declarados. En Sudáfrica se han producido altercados por comida en los barrios más pobres.

Pronósticos para España

Juan Luis Fernández y Zulima Fernández Muñiz continúan ofreciendo los valores esperados para las diferentes comunidades de nuevos contagiados, tasas de ocupación hospitalaria, de UCIs y porcentaje de fallecimientos. También establecen el número de enfermos contagiados a lo largo de la pandemia por cada infectado.

Pronósticos por comunidades autónomas

Esta es la predicción de cómo evolucionará la enfermedad en cada territorio autonómico.