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Crisis del coronavirus

Los médicos exigen hacer test a todos los pacientes que vayan a un hospital

El SIMPA pide analizar a todos los facultativos para tener "seguridad total de que no estamos infectados ni nosotros ni el enfermo al que vemos"

Los médicos exigen hacer test a todos los pacientes que vayan a un hospital | IRMA COLLÍN

La sanidad pública asturiana está diseñando la desescalada de medidas frente a la pandemia de COVID-19, es decir, el retorno gradual a la asistencia sanitaria ordinaria al resto de pacientes, suspendida desde hace mes y medio salvo en casos urgentes e inaplazables. Los médicos ya han puesto sobre la mesa las exigencias que consideran esenciales para su propia seguridad y la de los usuarios. Se resumen en tres ideas básicas. La primera, que antes de iniciar la vuelta a la normalidad, todo el personal sanitario sea sometido a las pruebas de detección del coronavirus para saber quién ha pasado la enfermedad y quién no, y quién tiene la infección activa. La segunda, que se realice este mismo test a todos los pacientes que acudan a un hospital para una prueba diagnóstica o para una intervención quirúrgica. Y, la tercera, que todos los pacientes que accedan a los centros de salud vayan con mascarilla quirúrgica, al igual que todos los profesionales de los mismos, y que en el caso de intervenciones en la boca o que generen aerosoles el profesional disponga de una mascarilla de máxima protección (FFP2).

Así lo han explicado a este periódico los máximos responsables del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), quienes añaden algunos requisitos adicionales. Entre ellos, que en los centros sanitarios "se eviten aglomeraciones de pacientes", para lo que proponen "desarrollar algo que aprendimos durante la pandemia: potenciar el trabajo telemático y telefónico, de forma que se evite el desplazamiento al centro cuando se pueda resolver la asistencia sin presencia directa del paciente". Y también plantean que se establezcan espacios y tiempos adecuados entre un paciente y otro. Asimismo, reclaman sistemas de triaje en los accesos que permitan "circuitos separados entre pacientes infectados y no infectados".

Los sindicatos sanitarios están pendientes de que el Servicio de Salud del Principado (Sespa ) les traslade un borrador de proyecto de desescalada sanitaria. Por el momento, el Sespa ya ha puesto en marcha la realización de pruebas a todos sus profesionales, aunque el SIMPA estima que completar este proceso "llevará su tiempo".

Según la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, su departamento ha realizado hasta ahora 8.480 pruebas al personal sanitario para la detección del coronavirus, de las que 5.487 son PCR (las más fiables) y 2.993 test de anticuerpos. "Ambas se extenderán de manera progresiva a todos los profesionales", precisó la doctora Saavedra, quien destacó que el Sespa ha ampliado los criterios fijados por el Ministerio de Sanidad, de modo que los test "se realizarán tanto a profesionales de centros de salud, servicios y plantas hospitalarias donde se haya dado al menos un caso positivo en coronavirus, como a todo el personal sanitario de la zona funcional correspondiente". También se harán pruebas a trabajadores sanitarios identificados como contacto estrecho de un caso posible, probable o confirmado de todos los servicios.

Por otra parte, la Consejería de Salud ha ampliado el número de centros que procesan las muestras de PCR. Así, a los laboratorios de Microbiología del Hospital Central de Asturias (HUCA) y del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón), que centralizaban la actividad hasta ahora, se sumó anteayer, lunes, el área de Microbiología del Hospital Vital Álvarez-Buylla (Mieres).

De vuelta a las peticiones del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), su secretario general, Antonio Matador, y su responsable de atención especializada, José Antonio Vidal, enfatizaron que uno de los requisitos que han puesto sobre la mesa del Sespa es que los facultativos asturianos tengan "una seguridad fehaciente" de que "ni el médico ni el paciente que tiene ante sí están infectados". Para comenzar la desescalada, indicaron, "estamos muy verdes". Y añadieron: "Necesitamos mucha capacidad de hacer test, por supuesto a todo el personal sanitario y, cuando la actividad se reinicie de forma progresiva, a todos los pacientes de los hospitales que tengan una actividad programada, pues de otra manera se corre el riesgo de que contagien a los profesionales que los atiendan o a otros enfermos".

Los responsables del SIMPA precisaron que los médicos con factores de riesgo "no podrán volver al contacto directo con pacientes hasta que haya una vacuna del COVID-19".

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