La primera jornada de alivio para los niños menores de 14 años dejó escenas que han despertado todas las alarmas y hacen temer un repunte de los contagios: grupos de niños y padres charlando en grupo y sin guardar el distanciamiento obligatorio, madres paseando en paralelo con sus cochecitos por los parques, parejas paseando de la mano sin niño ni perro, y hasta grupos de menores echando una pachanga de futbito, como pudo verse en el paseo del Turia de Valencia.
Aunque estas escenas hacen temer lo peor, lo cierto es que la inmensa mayoría de los padres "ha demostrado su responsabilidad al proteger la salud de sus hijos y los ciudadanos", aseguró en la mañana de ayer el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pero también reconoció que debía mantenerse la disciplina social para evitar una regresión, anunciando que se reforzará la vigilancia de los paseos de los niños para evitar nuevas barbaridades.
El domingo, los agentes se limitaron a avisar de las conductas de riesgo, motivo por el que no se registró un incremento de las sanciones respecto a un día normal. En Asturias, por ejemplo, los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil propusieron para sanción a 95 personas. También es verdad que el mal tiempo no permitió en la región la estampida que se vivió en ciudades levantinas, como Valencia y Barcelona.
Pero las fuerzas de seguridad avisan de que ya no habrá más periodo de gracia y se impondrán las sanciones que correspondan, entre 600 y 10.000 euros, como venía ocurriendo hasta ahora.