El sociólogo cubano-estadounidense Alejandro Portes posee una vasta obra en torno al análisis de los flujos migratorios y se adentra en el análisis de la pandemia del coronavirus desde esa perspectiva. Portes, que el pasado mes de octubre recogió en Oviedo el premio "Princesa de Asturias" de Ciencias Sociales, advierte que, en lo que concierne a la emergencia sanitaria por el COVID-19, "lo peor está por venir". Lo afirma pensando en lo que supondrá para los países pobres, sin sistema de salud ni cobertura social en condiciones, afrontar una emergencia sanitaria de las dimensiones de la actual. Portes opina que a la crisis sanitaria le seguirá una crisis migratoria, que llegará a las puertas de Europa y Norteamérica, y señala a Venezuela, donde ya ha empezado un éxodo que él interpreta como un anticipo de lo que se avecina en todo el mundo.
En la capacidad de la medicina y la ciencia para hacer frente a la enfermedad, Alejandro Portes, que reflexiona sobre los acontecimientos actuales por escrito y en respuesta a un correo electrónico remitido por LA NUEVA ESPAÑA, se manifiesta con más optimismo. "Las pandemias han sido un azote para la humanidad que se repite con regularidad pero eventualmente terminan. La actual proviene de un virus muy peligroso, pero se enfrenta un aparato científico y médico mucho más avanzado que en otros tiempos", argumenta. "La peste bubónica llego a matar un tercio de la población de Europa en la Edad Media y la mal llamada 'influenza española' de 1918-1920 mató entre 17 y 50 millones de seres humanos. Es de esperar que, esta vez, la tragedia no llegue tan lejos", reflexiona el sociólogo. "Lo peor, sin embargo, parece estar por venir, cuando el virus cruce a países más pobres y con menor capacidad de regular y atender a sus poblaciones", advierte, cambiando de tono.
Portes sostiene que "Brasil, México y África del Sur son bombas de tiempo" y añade que "un ejemplo que ya tenemos delante es el de Venezuela: Colombia ha movilizado a su Ejército para frenar el flujo masivo de venezolanos que escapan tanto de la pandemia como de la catástrofe económica, ya se han establecido campamentos bajo control militar para aislar a los que llegan".
El premio "Princesa de Asturias" augura que la presión migratoria se extenderá por todo el mundo, en cuanto la emergencia sanitaria en los países pobres haya cesado. "No es improbable que flujos similares (al de Venezuela hacia Colombia) aparezcan en las fronteras de los países desarrollados, tanto en Europa como en Norteamérica, una vez que ellos hayan logrado superar sus propias crisis", avisa.
