Ahora que Brian de Palma está desaparecido en combate y sus últimas películas son más bien flojas conviene recordarle como el cineasta que más y mejor se inspiró en Hitchcock, y, sobre todo, por el hombre que rodó una de las cumbres de los años noventa: Atrapado por su pasado, reverso en clave realista de aquel delirio de excesos arrolladores que fue El precio del poder (Al Pacino contenido en la primera, desatado en la segunda) y que aportó al género de terror / intriga un título inclasificable como Impacto, que sigue presumiendo de tener uno de los finales más crueles y atormentados de la historia.
05 ¡Asturias canta!